Apple vs FBI

Madrid

En Estados Unidos se ha organizado un debate impresionante sobre uno de sus asuntos predilectos, la protección de la libertad individual y hasta dónde puede extenderse si uno es un terrorista. El FBI reclama de Apple que desbloquee y acceda al telefono de uno de los asesinos de San Bernardino. Que de alguna manera lo desencripte y acceda a sus datos, algo sagrado para Apple y para toda la aristocracia de Silicon Valley, incluido Zuckerberg, el jefe de Facebook. Y excepto Bill Gates, que cree que las empresas deben de colaborar con las autoridades cuando el caso es tan excepcional como ése.

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A mí me parece que si un día salgo de casa a pegar tiros no dejo el pin apuntado en la mesilla, pero no porque tenga guardada informacióm sensible sino porque no se puede estar a todo. Así que apoyamos la negativa de Apple, en la medida en que viene a decir que el móvil es una suerte de prolongación del cerebro, algo no accesible aunque se disponga de la trampa para ello. Su protección para la compañía es prioritaria porque le está diciendo a los demás clientes, que somos unos cuantos millones, que del mismo modo que nadie puede entrar en nuestra cabeza tampoco lo puede hacer en nuestro teléfono.

Es una batalla que tiene un frente legal, un frente ético y otro informático. Hay una conexión muy fuerte entre la exigencia del FBI de desbloquear un iPhone y el heroico informático que borró 35 veces los ordenadores de Bárcenas, los rayó, los rompió, los quemó y tiró las cenizas en el mismo lugar exacto en que se tiró al mar el cadáver de Bin Laden. Ese debate estadounidense lo tenemos superado en España. Hay una hiperprotección de datos y un desinterés romántico por las autoridades.