Un ciudadano inolvidable
Umberto Eco murió el viernes. Tenía todo el saber en la cabeza, desde la prehistoria hasta la actualidad
EL REVÉS Y EL DERECHO 22 FEBRERO
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Madrid
Tenía todo el saber en la cabeza, desde la prehistoria hasta la actualidad; era capaz de analizar un texto de Joyce y un cómic con igual detenimiento; llenó las librerías y las bibliotecas para buscar libros suyos incomprensibles o divertidos y no cesó de advertir sobre los peligros del lugar común; su última novela fue una explicación de los riesgos a los que se asoma el periodismo actual por culpa de la facilidad de chantaje que se esconde detrás de las redes sociales de Internet. Era, además, un hombre afectuoso y solidario, un sabio con el que daba gusto estar. Era Umberto Eco, murió el viernes y es un ciudadano inolvidable.