Hora 14 Fin de SemanaHora 14 Fin de Semana
Actualidad

Los niños no saben jugar

El abuso de las nuevas tecnologías, el aislamiento y los malos hábitos posturales, tanto en la escuela como en casa, están provocando un aumento de la obesidad y problemas musculares en los menores.

(Getty Images)

Madrid

El 50% de los niños y el 75% de las niñas de entre 13 y 15 años sufren problemas de espalda. Detrás de estas dolencias habría que buscar, como causa, un conjunto de malas prácticas relacionadas con el cuerpo que han aumentado en los últimos años. Gran parte de la culpa la tiene la irrupción de las nuevas tecnologías y su uso generalizado cada vez a edades más tempranas. Pero no sólo eso. Hay una serie de precauciones a la hora de jugar o de realizar las tareas cotidianas que, si se tuvieran en cuenta, redundarían en un estado más saludable de los menores.

Después de observar un preocupante aumento de las visitas de los más pequeños a las consultas, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Madrid creó hace 7 años un taller dirigido a escolares de entre 3 y 12 años, y empezó a llevarlo por los colegios. Un taller que pretende enseñar a los chicos cómo moverse y divertirse de forma saludable para evitar molestias y el desarrollo de otros problemas ligados al sedentarismo, como la obesidad infantil o el sobrepeso que afectan al 44% de los niños españoles. La iniciativa ya se ha exportado a otras comunidades como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia y Murcia.

El secretario general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Madrid, José Santos, es también el coordinador de este taller, y habla de una evidencia de nuestro tiempo. “Los niños están optando cada vez más por juegos tecnológicos, abandonando el juego en equipo, colaborativo o imaginativo: el juego en la calle. El niño se está encerrando en su salón, jugando con su videoconsola, móvil o tableta, o viendo la tele. Y le parece que es la única manera de entretenerse”.

La consecuencia lógica es el sedentarismo y el aumento de peso. Pero hay otras secuelas. Esa forma de jugar les provoca problemas físicos concretos: desde tendinitis por el uso excesivo de los pulgares u otros dedos al manejar mandos o teclados en las pantallas de teléfonos o tabletas; hasta dolores de espalda, de cuello o cervicales, por los vicios posturales que conlleva una utilización prolongada de esas pequeñas pantallas. Junto a esto, los aparatos tecnológicos favorecen el individualismo. Acaban aislando a los niños y, con el tiempo, generándoles ciertas dificultades para relacionarse y hacer amigos. José Santos asegura que “a la larga, esto puede llegar a influir negativamente en la forma en la que se desenvolverán en la edad adulta, porque se están preparando menos para afrontar situaciones en las que tengan que solucionar problemas. Ahora, cuando una partida de un juego no les está gustando, apagan el aparato y ya está. No buscan alternativas. Con otro tipo de juegos, más físicos o grupales, intentan encontrar una estrategia que lleve a la solución”.

Los adultos tienen una gran responsabilidad a la hora de evitar estos malos hábitos. El secretario general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Madrid dice que los juegos tecnológicos, en sí mismos, no son malos. Lo negativo es el abuso. “Muchas veces, los padres les dejan el móvil para estar tranquilos o para que no les molesten. Y son, precisamente, los padres, los que tendrían que ofrecer otras alternativas, como hacer deporte, salir con ellos o realizar actividades diferentes. Tendrían que evitar que las nuevas tecnologías sean sus únicos medios de entretenimiento. Deben limitarles su uso, porque desenganchar a los niños de estos aparatos cuesta mucho”.

En los talleres que se imparten en las escuelas, los fisioterapeutas trabajan con los alumnos desde la etapa de infantil hasta que salen de primaria. A los más pequeños se les trata de explicar, mediante actividades y con la ayuda de marionetas y personajes de ficción, que el juego siempre es mejor y más divertido cuando es físico y participan los amigos. Con los mayores, que ya saben leer, los profesionales inciden, a través de cómics, por ejemplo, en la importancia de corregir los vicios posturales que podrían provocar dolor: realizar actividades o utilizar juguetes doblando la espalda de manera equivocada, sentarse mal, cargar una mochila excesivamente llena, no estirar antes de realizar un deporte o, incluso, dormir en una mala postura. “Las campañas funcionan”, señala José Santos. “Hemos hecho estudios antes y después de llevar a cabo las actividades en los centros. Y queda demostrado que el niño recuerda lo que ha aprendido en el taller, y modifica los hábitos que hemos intentado corregir. Los padres también confirman que, una vez pasado el taller, los menores siguen poniendo en práctica lo aprendido”.

Carlos Cala

Carlos Cala

Empieza en la radio en 1992, en la emisora de la Cadena SER en Morón de la Frontera, trabajo que simultanea...

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00