“El miedo a perder un socio no nos puede llevar a deshilachar Europa”
El director de la oficina en Madrid del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores lamenta que para evitar el ‘Brexit’ los 28 estén dispuestos a renunciar a principios fundamentales
José Ignacio Torreblanca: “El miedo a perder un socio no nos puede llevar a deshilachar Europa”
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Madrid
“En las negociaciones de la UE con Reino Unido nos estamos jugando el principio que hace funcionar Europa, la libre circulación de bienes, capitales y personas”, dice José Ignacio Torreblanca, para el que las cesiones que están dispuestos a hacer los socios comunitarios a Londres son “discriminatorias” y “peligrosas” porque abren la vía a que otros gobiernos hagan reclamaciones similares.
José Ignacio Torreblanca, analista de política internacional de 'Hoy por Hoy'
José Ignacio Torreblanca, analista de política internacional de 'Hoy por Hoy'
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Asegura que en el Reino Unido no hay un problema migratorio –la excusa utilizada por el primer ministro, David Cameron, para quitar las prestaciones sociales a los emigrantes comunitarios-. “Tiene la tasa de ocupación más alta de su historia y pleno empleo”, recuerda. “El problema”, dice, “es interno”. Asegura que Cameron ha creado una estrategia para unir su partido y acallar a los euroescépticos que tiene dentro.
Compara el ‘Brexit’ británico con el referéndum que Grecia hizo sobre el rescate. “El referéndum de Tsipras fue una manera de solventar la lucha de facciones dentro de Syriza. Tsipras consiguió así liquidar el ala más izquierdista de su partido”.
Para el director de la oficina en Madrid del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, “el chantaje británico” no debe hacer “deshilachar” un proyecto como el de la Unión Europea, que pretende ser, además de una comunidad económica, una comunidad de ciudadanos.
Torreblanca lamenta que en las negociaciones de Cameron con sus socios comunitarios no haya “luz y taquígrafo”. Y critica que los jefes de Estado de la Unión estén intentando “dar más poder a los parlamentos nacionales sin consultar a los propios parlamentos y, además, hacerlo por la puerta de atrás”.
Por último, asegura que en estas negociaciones el gobierno de España en funciones mantendrá un “perfil bajo” y hará lo que decidan Alemania, Francia o Italia, “aunque no le parezca bien”.
