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PACTOS POSTELECTORALES

Tiempos políticos

Pedro Sánchez tiene hasta el próximo 5 de marzo para conseguir una mayoría que le permita formar gobierno. La abstención y/o voto a favor de Podemos o Ciudadanos, claves para el PSOE

Albert Rivera (Ciudadanos), Pedro Sánchez (PSOE) y Pablo Iglesias (Podemos) durante uno de los debates de campaña. / EFE

Albert Rivera (Ciudadanos), Pedro Sánchez (PSOE) y Pablo Iglesias (Podemos) durante uno de los debates de campaña.

Madrid

Tras dos meses desde que los comicios del 20-D tuviesen lugar, el panorama política apenas ha cambiado. Pocos son los cambios que se han producido desde que la vicepresidenta en funciones anunciase la victoria del PP en la cita electoral. Desde esa jornada a este domingo, lo único que ha quedado patente es la fugacidad del calendario, al que ya hemos arrancado dos hojas y al que es probable que haya que quitarle algunas más si no hay ningún acuerdo capaz de evitarlo. Acuerdo de investidura o de gobierno. Pero serán los acuerdos los encargados de marcar el calendario.

Resultados 20-D

Resultados 20-D / GOBIERNO

Resultados 20-D

Resultados 20-D / GOBIERNO

El PP, encabezado por Mariano Rajoy, consiguió 123 diputados en las pasadas elecciones, que serían 122 poco después, cuando Gómez de la Serna fue trasladado al Grupo Mixto. El PSOE terminó los comicios con 90 escaños. 69 sumaron Podemos y sus confluencias (42 de Podemos, 12 de En Comú, 9 de Compromís y 6 de En Marea), que finalmente han terminado formando dos grupos en el Congreso de los Diputados: por un lado los 60 de Podemos + En Comú + En Marea y por otro los 9 de Compromís. Con 40 se quedó Ciudadanos y Alberto Garzón y Sol Sánchez son los dos representantes de Izquierda Unida en la Cámara Baja. Conviene tener presente este recuento para más adelante.

Tras conocerse la citada composición del hemiciclo, tan homogéneo en su forma como reacio a la hora de conformar grandes mayorías, el segundo paso dictado por la Constitución es la investidura del presidente. Tras guardar las urnas, llegaba la hora de sacar el calendario. Así daba comienzo el ‘baile de fechas’. Tras constituirse Congreso y Senado en el plazo de 25 días dictado por la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG), era el tiempo de los pactos.

Primer intento

“Configurar un gobierno no es tan sencillo. Hay que configurar mayorías parlamentarias que den apoyo a una investidura o que la permitan y luego debatir temas durante la legislatura", afirmaba hace unos días el líder de Ciudadanos en una entrevista. Los resultados electorales vaticinaron la imposibilidad de un gobierno de mayorías absolutas –solo dos posibilidades altamente improbables como una suma PP-Podemos o una gran coalición PP-PSOE pueden alcanzar esa cifra– y, tras las elecciones, llegaba el momento de sentarse a negociar. Con el rey Felipe VI y entre ellos.

El 18 de enero, Felipe VI comenzó una ronda de contactos (la primera) con el fin de otorgar a uno de los candidatos la responsabilidad –tarea complicada viendo la composición multicolor del Congreso-. Había un calendario: el rey comunicaría al presidente del Congreso, Patxi López, su elección y este convocaría un pleno de investidura que, teniendo en cuenta el resto de precedentes en España, no sería más tarde de dos semanas tras la constitución de las Cortes –recordemos, el 13 de enero–. O bien la semana del 25 de enero y la del 1 de febrero, habría un debate de investidura. Pero este primer calendario trazado saltó por los aires, lo dinamitó Mariano Rajoy al rechazar el encargo de formar gobierno debido a una “falta de apoyos” del resto de formaciones. El candidato popular pasó en 48 horas del "me veo con fuerzas" al "no tengo apoyos suficientes".

Mariano Rajoy, en la rueda de prensa posterior a declinar su investidura.

Mariano Rajoy, en la rueda de prensa posterior a declinar su investidura. / EFE

Mariano Rajoy, en la rueda de prensa posterior a declinar su investidura.

Mariano Rajoy, en la rueda de prensa posterior a declinar su investidura. / EFE

A la casilla de salida

Vuelta a empezar. Como si de una suerte de juego de mesa se tratase, tocaba volver a la casilla de salida, pero un mes después de los comicios de diciembre. La Constitución establece un plazo de dos meses tras el pleno de investidura para formar gobierno antes de unas hipotéticas nuevas elecciones, pero tras declinar Rajoy ser sometido al debate, el país se encontraba en una especie de vacío legal que apuntaba a empezar de cero.

El día 27 de enero, Felipe VI comenzaba su segunda ronda de consultas en busca de un nuevo candidato al que encargar la tarea de formar gobierno. Terminaba la misma el día 2 de febrero –recordemos que ambas semanas eran las principales candidatas para acoger el pleno de investidura del nuevo presidente del Gobierno, pero todavía no había ni tan siquiera candidato– y cambiada su elección. Ante la negativa de Rajoy, fue el socialista Pedro la persona encargada de intentar encabezar la XI legislatura.

Ahora hay candidato y hay, por tanto, nuevo calendario. Un calendario que nació condicionado por una petición del secretario general de los socialistas, que pidió tiempo. Concretamente le pidió al presidente del Congreso “tres semanas o un mes” para intentar recabar los apoyos suficientes para lograr ser investido presidente. Y precisamente ese tiempo ha sido el que le ha concedido Patxi López: hasta el 2 de marzo tiene Sánchez para negociar su investidura. Ese miércoles se enfrentará al primer debate en el que necesita una mayoría absoluta y que le ofrecerá una segunda opción 48 horas más tarde. Esa vez solo con la premisa de conseguir una mayoría simple (más votos a favor que en contra).

Las opciones de Sánchez

La primera semana del tiempo ‘de Pedro Sánchez’ (que antes tanto insistió en que era el tiempo de Rajoy), fue la semana de la mano tendida. La mano tendida a derecha e izquierda, la mano tendida todos –o a casi todos–. Sánchez no solo se ha reunido en este tiempo con Podemos, Ciudadanos, Izquierda Unida o Partido Popular, sino que también ha buscado el apoyo de diferentes actores sociales como sindicatos, empresarios, colectivos de mujeres, universitarios y sectores ecologistas con la finalidad de conseguir el máximo consenso en torno a su propuesta.

Los opciones del secretario general socialista pasan, como al principio –ya que el rechazo a la gran coalición con PP se conoce desde el día después de los comicios–, por Ciudadanos o Podemos. La de Ciudadanos parece, a día de hoy, la opción más factible para los socialistas. El pasado 8 de febrero, Antonio Hernando afirmó que no veía ningún obstáculo para alcanzar un pacto con Ciudadanos, Compromis e Izquierda Unida. Ya durante esta semana se ha especulado, sin conocerse nada oficial, con un borrador de acuerdo con Compromis y un posible pacto con Izquierda Unida. Sería necesario además conseguir el ‘si’ de Ciudadanos pese a que Rivera no es muy partidario de querer formar parte del Gobierno (lo que no compromete un posible voto a favor).

Rivera, Sánchez e Iglesias, durante un debate anterior al 20-D.

Rivera, Sánchez e Iglesias, durante un debate anterior al 20-D. / EFE

Rivera, Sánchez e Iglesias, durante un debate anterior al 20-D.

Rivera, Sánchez e Iglesias, durante un debate anterior al 20-D. / EFE

La suma de estas 3 formaciones (contando con que votasen 'sí') y los 90 escaños del PSOE daría 136 diputados, insuficientes para alcanzar una mayoría absoluta –que se sitúa en 176 diputados– en el primer debate de investidura, pero que podría ser una mayoría simple suficiente si Podemos se abstiene en el segundo debate de investidura. Falta por saber si la formación de Pablo Iglesias aceptaría esta abstención o votaría en contra con el PP para evitar un Gobierno de Sánchez con Ciudadanos, al que considera un integrante de ‘las derechas’.

Por otro lado está la opción del ‘Gobierno del cambio’, propuesta más afín al líder de Podemos y que el propio Garzón ha reconocido como la más cercana a su programa. “Preferimos sumar por la izquierda”, afirmaba este jueves el líder de IU-UP, Alberto Garzón, que reconocía además que la presencia de Ciudadanos “incomodaa Izquierda Unida a la hora de cerrar un pacto. Precisamente ha sido desde Izquierda Unida desde donde se ha vuelto a apuntar esta semana por un gobierno formado por PSOE, Podemos, Compromis e IU. Tampoco llegaría a una mayoría absoluta (sumaría 161 diputados), pero una posible abstención de Ciudadanos haría que este gobierno pudiese ser investido en segunda vuelta.

2 meses desde el 3 de marzo

Hasta aquí todo especulaciones. Lo que es cierto es que, una vez tenga lugar la votación en el primer debate de investidura, la Constitución establece un plazo de dos meses para formar gobierno. Si Sánchez no tiene éxito en la misión encomendada por Felipe VI, el 3 de mayo tendrían que disolverse las cortes y el 26 de junio habría nuevas elecciones. Si en este periodo no se llegase a encontrar una fórmula que posibilitase una investidura, las urnas volverían a retomar el protagonismo, los ciudadanos volverían a los colegios y, de nuevo, este calendario quedaría viejo.

Fernando Rodríguez

Fernando Rodríguez

Coordinador del área digital de deportes de Cadena SER desde 2021. Previamente, estuve casi siete años...

 
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