Y Podemos presentó un plan...

Madrid

Si estaban pensando en pactar con el PSOE desde luego el informe de Podemos parece producto de una tormenta de ideas de troles. En plan: a ver qué más se nos puede ocurrir para molestarles. Sólo falta un punto que diga: fomentaremos el uso del Ave entre Sevilla y Madrid y el abaratamiento de vivienda para inmigrantes andaluzas. Con algo así se termina de convencer a Pedro Sánchez.

Esto es lo que llaman ahora un plan de máximos. Tan de máximos que Cataluña es un elemento negociador, una de las cosas que están sobre la mesa. En las películas cuando los jugadores de poker se vienen arriba sacan las llaves de casa, o las del coche, y las tiran sobre el tapete. Pablo Iglesias está tan arriba como Julio Iglesias, que le decía a un amigo que él hasta los 40 sólo hacía el amor de pie. Y ha sacado Cataluña, la ha puesto sobre el tapete arrastrándola como si fuesen fichas.

Además, tiene una mano bastante peor de la que cree, porque sus ventajas son un poco abstractas. Una de ellas es que son el partido de la gente. La gente en negociaciones así tiene una importancia exótica, sobre todo si tienes las competencias en gente, en decidir quiénes pasan o no el arco de seguridad y consiguen llegar a pueblo, pero es complicado acertar. Hay otra ventaja y es que Podemos tiene un lenguaje y el PSOE no, o al menos el del PSOE es el lenguaje de lo que se llama viejo. De entre las mejores estrategias de Podemos la de rebautizar el mundo ha sido la más desconcertante para sus adversarios. Y por último a Pablo Iglesias le importa menos que a Pedro Sánchez ir a las elecciones generales. Porque para Pablo Iglesias es preferible perder ahora la vicepresidencia que perder las mareas, por ejemplo, o perder directamente a Ada Colau. Se habla con cierto fundamento de lo rehén que es Sánchez de según qué cosas pero es bastante más sensible el equilibrio territorial de Podemos.

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Pese a todo, yo creo que va a haber pacto y que además va a ser este pacto en concreto. Pero no me preguntes cómo. Hay cosas que en política se hacen y ya está. El otro día un exministro lo daba por seguro y cuando se le preguntó cómo, dijo que no tenía ni idea. Yo tampoco tengo ni idea. Y casi prefiero no tenerla. Es probable que Sánchez e Iglesias, cuando se encuentren frente a frente, tengan que girarse hacia los suyos y pedirles que se tapen los ojos.