La excusa perfecta

Madrid

Un error, reconocido, del Ayuntamiento de Madrid, una decisión judicial, que manda a dos titiriteros a la cárcel, difícil de explicar y el ataque furibundo de la derecha política y mediática contra la alcaldesa Manuela Carmena, sobre la que hay instalado un foco de enorme potencia. Cualquier patinazo, cualquier decisión polémica se convierte en la excusa perfecta para los que todavía no han asimilado el resultado de las elecciones municipales.

Pero es que la polémica sobre los titiriteros es una suma de despropósitos que adquieren el grado de despropósito monumental. Un espectáculo mal programado, la denuncia contra los titiriteros, la decisión judicial y al final la polémica política vestida de una sobreactuación como si fuera una cuestión de vida o muerte. Habrá un término medio, digo yo. Y seguramente estará en que asuma su responsabilidad política quien la tenga que asumir y que el juez del caso entienda que está frente a un espectáculo de ficción donde la libertad de expresión tiene su encaje.

Pero esto sería demasiado sensato para un país que vive en la polémica permanente, en el que si criticas a unos te alineas con los otros, donde nadie parece ver sus propios males, donde lo de los demás siempre es peor que lo tuyo, donde los gestos parecen importar más que las políticas de fondo, donde el debate se hace a gritos y sin escuchar al de enfrente. El problema no son los titiriteros, insisto con todos los errores que se han cometido, el problema para muchos es que Podemos gobierne el Ayuntamiento de Madrid.

Los niños son la excusa, los mismos niños que, por cierto, se sientan delante de la tele y en un horario que debería ser protegido encuentran lo peor de la televisión, pero este es otro tema.