Habrá que comprobar estos alardes en primavera

Madrid

A mí también me gustó el juego del Madrid anoche en el Bernabéu, pero frente al Espanyol de ayer me pareció Rivera toreando con la niña en brazos. No fue el Espanyol bravo que salió mordiendo en Cornellá al Barça y le empató el partido... Es cierto que era un equipo de circunstancias, con muchas bajas y un portero lituano que debutaba y se llevó media docena de goles. Pero aún así, este Madrid de Zidane, tan loado esta mañana en las crónicas de los periódicos, tiene otro estilo, es cierto. Se permite estirarse, arriesgar, jugar con fantasía y golear (de momento, al Depor, al Sporting y al Espanyol).

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Pero esos alardes quiero comprobarlos en primavera, en las semifinales de la Champions o en el Camp Nou. Allí es donde se conocerá el alcance de la mano de Zidane y su trascendencia e importancia en el equipo. Cuando haya decidido si juega Isco o James, o si a Cristiano no se le cambia nunca, o si Bale es indiscutible y quiénes son los dos centrales, y qué hace con Jesé...

Y, sobre todo, si para esas fechas todos siguen tan conformes y unidos en torno al entrenador. Si lo consigue Zidane, habrán ganado a un gran entrenador; si no, habrán perdido otro. No hago adivinanzas, pero tengo dudas. Aunque no quiero que molesten a nadie, porque son las mías.