Este proceso parirá un ratón
Lo más penoso del momento político actual es que nos enfrentamos a desafíos mayúsculos, pero dadas las realidades de la matemática parlamentaria y la nula lealtad entre partidos, a lo más que podemos aspirar es a salir del paso
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Madrid
Lo normal suele ser llegar agotado a la meta. En España estamos llegando agotados a la salida. Lo mismo da que haya una segunda ronda con el rey o unas nuevas elecciones. Este proceso tiene toda la pinta de ir a parir un ratón, algún gobierno débil con apoyos a regañadientes, algo transitorio, un paréntesis de duración muy limitada.
Lo más penoso del momento político actual es que nos enfrentamos a desafíos mayúsculos, pero dadas las realidades de la matemática parlamentaria y la nula lealtad entre partidos, a lo más que podemos aspirar es a salir del paso, y eso con suerte. Una pausa, a lo sumo, para desencallar la nave, trasladarla a un dique seco y calafatear los bajos. De salir a mar abierto, nada. No hay acuerdo sobre el rumbo y no hay fe en ningún capitán. Rajoy está momificado, Sánchez cercado por las llamas y Rivera e Iglesias no tienen siquiera una hora de navegación.
Se nos fue el año 15 con el encadenado electoral, se nos está yendo el 16 en lo mismo. Nada que oponer a lo de elegir, naturalmente, pero se nos ha olvidado que elegimos para hacer. Todo indica que cualquier quehacer se va a poner dificilísimo.