¿Y si lo que busca Rajoy son nuevas elecciones?

Madrid

No puede pensar Mariano Rajoy que los ciudadanos estamos convencidos de sus titánicos esfuerzos por buscar un pacto con otros partidos, especialmente con el PSOE, el más solicitado. Es imposible hacernos creer que se ha matado a trabajar –él, su equipo más próximo e incluso el partido que preside-, primero para elaborar un plan coherente y detallado sobre el que construir un andamiaje necesario para iniciar conversaciones serias, y segundo, entablar los escarceos previos –directos o indirectos- para tantear el terreno. Vamos, el cortejo del aguilucho cenizo, que ya dijo este Ojo.

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Llevamos oídas hasta ahora cuatro generalidades deslavazadas, que solo sus periódicos de cabecera, siempre melosos y zalameros hasta la náusea, pueden tomar en consideración. No, una petición de apoyo para lograr -además de la investidura- un gobierno estable requiere ofrecer al otro un cuadro largo, complejo y bien elaborado de objetivos políticos y sociales suficientemente atractivos para lograr el deseado sí. Nada de eso ha hecho Rajoy, y a su partido parece que no le importa.

Tendría que armarlo ya, porque ha sido el más votado y por tanto será el primer elegido para intentar formar gobierno. A no ser, que pese a lo que vocean el presidente y su obediente tropa periodística, lo que de verdad esté buscando Rajoy sean unas nuevas elecciones.

Y si es así, menos exigencias de responsabilidad a los demás.