El que avisa no es traidor

Madrid

La constitución de las Cortes Generales y la toma de posesión del nuevo presidente catalán acaparan ahora mismo –como saben- toda la atención política. Y es lógico, porque las incertidumbres son muy grandes, tanto de cara a la posible formación del gobierno español como a los desafíos que puedan plantearse desde las instituciones catalanas. Sin embargo, todo este guirigay político no debería ocultar que la situación económica continúa lejos de ser boyante, a pesar del triunfalismo de algunos discursos oficiales; y hoy mismo se nos acumulan noticias para confirmarlo. Lo más grave, sin duda, un estudio de la Universidad de A Coruña que vincula el estallido de la crisis con el incremento de suicidios. Y si no, otras historias más particulares; sin ir más lejos, la denuncia de que la compañía Air Europa pretende cobrar a las personas que soliciten una entrevista de trabajo, ¡sólo una entrevista!, quiere cobrarles hasta 60 euros. O Madrid, donde una autodenominada Oficina Precaria que asegura recibir cada vez más denuncias de becarios literalmente explotados en sus empresas, que pueden trabajar de promedio un mes sin cobrar nada y supliendo las tareas de cualquier empleado normal. Son sólo dos ejemplos, pero tendríamos más.

Ampliar

Cerrar

Y aunque no estamos como en Japón, donde un diputado que quiere acogerse al permiso por paternidad está siendo poco menos que linchado, está claro los abusos siguen ganado terreno y amenazan con integrarse en el paisaje como prácticas normales, cuando hace apenas unos años habrían supuesto un auténtico escándalo. Ojalá no se olviden de todo esto nuestros insignes representantes, ya sean catalanes puros, mestizos, españoles pata negra, rojos, azules, emergentes o veteranos. Ojalá no se olviden porque si lo único que siguen transmitiendo es ese afán desmedido por conquistar –o conservar- parcelas de poder, la próxima vez que llamen a los ciudadanos pueden encontrarse con un portazo en las narices. El que avisa, no es traidor.