Meteorito

Madrid

El nuevo presidente catalán dejó ayer muy claro que su gobierno tiene el propósito de conducir a Cataluña de la autonomía a la independencia y que se dispone a construir las estructuras correspondientes para lograrlo. Ofrece diálogo, pero solo para negociar la transición hacia la independencia, cosa inverosímil.

De España ni una palabra, no se considera la menor posibilidad de reenganche, eso ya es pasado. Incluso lo de un referéndum sobre el derecho a decidir queda muy superado. Ellos ya han decidido. El choque legal es, seguro, muy grave e inmediato porque ahora ya hay un gobierno independentista, un ejecutivo decidido a pasar a la acción sin perder un minuto, apoyado por un parlamento con mayoría absoluta.

¿Cómo va a influir esto en los acuerdos de gobernabilidad de España? Seguro que mucho. Es un meteorito que altera todo el ecosistema porque oxigena al PP y encajona a Sánchez porque, sin duda, ahora ya no es desaconsejable sino irresponsable prolongar la inestabilidad con nuevas elecciones. Porque el pacto de izquierdas, que ya era muy difícil, se hace más difícil aún y porque la situación va a empujar al PSOE a coaligarse con el PP o a abstenerse para dejarle gobernar. Y si es así, Rajoy y Sánchez corren el riesgo de quedarse en la cuneta.