Paso al lado, paso atrás
El director de la Cadena Ser analiza el escenario creado por el acuerdo de investidura de Carles Puigdemont como president de la Generalitat
Madrid
Muy con el agua al cuello debe verse Rajoy y el PP: antes de valorar el pacto para la investidura de un nuevo presidente en Cataluña salieron en tromba la noche del sábado metiéndole presión al PSOE y a Pedro Sánchez. Como el jugador del Bilbao Belausteguigoitia en los Juegos de Amberes: "Pásamela a mí, Artur, que los arrollo". Parecería que el presidente suspiraba porque la CUP reactivara el plan independentista. A efectos electorales, el independentismo y el PP se retroalimentan.
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Foto de archivo de Antonio Hernández-Rodicio / CADENA SER
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Foto de archivo de Antonio Hernández-Rodicio / CADENA SER
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Tiene razón el PP cuando dice que España necesita ahora más que nunca un gobierno estable que afronte el desafío territorial. Pero es a Rajoy al primero al que hay que pedirle explicaciones por no haber adelantado las elecciones generales anticipándose al calendario catalán, un calendario que todo el mundo interpretó y analizó perfectamente menos él, por mero interés partidista claro, por jugar la baza de la economía hasta la víspera de las navidades.
Y algo más ¿por qué urge que el PP se haga con el Gobierno ante el problema territorial? Dos cosas se han demostrado con Rajoy y con el PP: que es cuando los independentistas han llegado más lejos y que es el partido que menos soluciones tiene y menos alternativas propone.
Es puro oportunismo político pretender que la oposición cargue con la responsabilidad cuando por su desempeño político ha obtenido una mayoría estéril y aislada. Igual Rajoy tiene algo que aprender de Artur Mas, quien ha terminado admitiendo que formaba parte del problema: la llamada práctica del paso atrás.