La tarea no parece fácil
¿Cree de verdad Rajoy que el PSOE puede apoyar al presidente de la corrupción y las extremas desigualdades? Nadie se suicida tan fácilmente
Madrid
Entre las muchas habilidades de los socialistas está la de convertir cualquier problema para su partido en una catástrofe de proporciones descomunales. Se quedó el PSOE el 20-D en una segunda posición que ofrecía ciertas posibilidades de negociación, pero desde esa misma noche encadenaron dislate tras dislate, olvidando el que debería haber sido su verdadero objetivo, demostrar que el auténtico desastre le había caído al PP, y sobre todo a su líder, Mariano Rajoy, un zombi político al que ahora solo le queda ofrecer pactos insensatos porque esas increíbles ofertas de reforma, viniendo de quien las ha despreciado hasta ayer mismo, solo suenen ya a añagazo de pícaro.
¿Cree de verdad Rajoy que el PSOE puede apoyar al presidente de la corrupción y las extremas desigualdades? Nadie se suicida tan fácilmente.
Y si además contaba para sus ensoñaciones de mayorías con el apoyo de Ciudadanos, vaya olvidándose de ello, porque las elecciones catalanas van a volver a enfrentar a ambos partidos. Sabe Rivera que si allí quiere tener alguna oportunidad debe cuidarse de pactar nada con el tóxico líquido que destila el PP. A Génova solo le queda un único trabajo, decidir de una vez si presentar a Mariano Rajoy para la segunda vuelta o busca entre las piedras algún rostro menos embarrado con Bárcenas, Gürtel o los pagos con dinero negro. La tarea no parece fácil.
