'El Niño' podría estar detrás del otoño cálido que hemos vivido

Madrid

Los expertos en climatología explican lo que está ocurriendo por la superposición de varios factores. Por un lado está el proceso de calentamiento global, desencadenado por la acumulación excesiva de gases de efecto invernadero; y por otro lado, la interactuación de ese aumento de la temperatura de la tierra con otros fenómenos que se producen en el océano Pacífico o el Atlántico, entre ellos el del Niño, que es el más estudiado y, por tanto, el más conocido.

Luis Baleirón, experto en cambio climático y exdirector de programa de la Agencia Estatal de Meteorología, asegura que el cambio climático se modula cada año por el efecto de fenómenos locales o la propia variabilidad del sistema. "En este momento, finales de 2015 y hacia 2016 hay un ''Niño'' muy fuerte, casi tan fuerte como el que hubo en 1998, y mucho más fuerte que todos los que ha habido desde entonces".

La superposición del fenómeno del Niño supone un sobrecalentamiento al proceso ya existente de calentamiento global. No se sabe por qué razón, de vez en cuando, el Niño llega con una intensidad superior. Los expertos creen que puede deberse a la influencia que sobre él pueden tener otras oscilaciones de las temperaturas oceánicas en otros puntos de la Tierra (como la que se produce en la zona de Guinea, entre el Atlántico Norte y el Atlántico Sur) con las que interacciona.

El último Niño de gran intensidad se produjo en 1998, generando temperaturas que marcaron récords. Ese fenómeno provocó una sensación falsa de que el clima se estaba enfriando, puesto que en los años posteriores la situación del calentamiento volvió a su tendencia normal. Después de eso hubo otros fenómenos del Niño en los años 2003 y 2010, pero de menor intensidad. El que se ha formado este año hace prever que será fuerte. Podría terminar en primavera, o si concluye de manera tardía, a principios del verano. Con ello, el sobrecalentamiento está casi asegurado, y podría ser de hasta dos décimas más de temperatura, aunque Luis Baleirón apunta que "es difícil decir que hay sequías asociadas al Niño o hacer afirmaciones muy contundentes. Eso no quiere decir que no influya, sino simplemente que no lo sabemos".