Que baje Dios y lo vea

Madrid

Faltan apenas dos días para el 20-N, el viernes se cumplirán 40 años ya desde la muerte de Franco.....pero, ¡qué quieren que les diga!...la sombra de los otros 40, los de la dictadura, sigue siendo a veces demasiado alargada. No sólo porque la fundación Francisco Franco esté organizando un homenaje al grito de: "el hombre que sacó a España del comunismo"; no, me refiero a otras cosas igual más sutiles. Por ejemplo, la decisión de la Audiencia Nacional que finalmente da por buena la condecoración impuesta por el ministerio del Interior a la Virgen del Amor. Ya saben que la asociación Europa Laica había presentado un recurso, pero el tribunal lo ha rechazado; es verdad que en una votación muy ajustada, se ha resuelto por tres a dos, pero el titular es que la justicia española avala una actuación política más propia del nacional-catolicismo de otras épocas que no del siglo XXI. Y eso –creo- sólo podemos atribuirlo a la pesada herencia de nuestra historia reciente.

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¿Cómo se explica si no que en un Estado aconfesional se cometa semejante disparate? ¡Condecorar a una Virgen! ¡Ojo!, por si no lo recuerdan, la medalla de oro al mérito policial se otorga: o por muerte en acto servicio, o por mutilación, o por alguna actuación de excepcional trascendencia. Y claro, como leemos en uno de los votos discrepantes del tribunal que ha juzgado el caso, no parece que ni la Virgen del Amor ni su cofradía en Málaga se ajusten a alguno de estos supuestos; a lo cual se añade la coletilla: "dicho con el debido respeto". Pero es que yo creo que la falta de respeto viene en dirección contraria; y además es doble. Falta de respeto a los ciudadanos de este país, sean o no creyentes; y falta de respeto a los policías que sí se la juegan, pero que no merecen que se frivolice su trabajo con actos de esoterismo. Miren, igual se entenderá mejor con un ejemplo: ¿saben quién tiene la medalla de oro al mérito policial? Francisco Javier Torronteras. A título póstumo, claro, porque este es el GEO que murió en Leganés en la operación contra la célula terrorista del 11-M. Ya me irrita tener que hablar de esto justo ahora, con todo lo que está ocurriendo en París, pero precisamente por eso me parece escandaloso; y ofensivo. Y si no es así, que baje Dios y lo vea. Con todo el respeto.