Una carrera peligrosa

Madrid

Afortunadamente el ministro del Interior lo ha desmentido esta mañana en la SER, ha dicho que "la Guardia Civil no va a desfilar por la Diagonal de Barcelona", pero estoy seguro que a más de uno ya le había rondado por la cabeza. Porque el conflicto político entre las instituciones catalanas y el Estado español –me niego a decir "el conflicto entre Catalunya y España"- eso ya tiene pinta de una guerra sin cuartel. Y sin armas, afortunadamente....pero con una virulencia que no por previsible deja de ser inquietante. La presidenta del Parlament ha fijado ya la votación sobre el inicio de la independencia para el próximo día 9. Y el ministro de Hacienda, el siempre desafiante Montoro, ha dicho estar dispuesto a cerrar el grifo a Catalunya; ¡como si el grifo fuera suyo!...y como si fuera de recibo perjudicar a más de siete millones de personas por un conflicto político que entre unos y otros son incapaces de resolver.

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O sea que el panorama incluye ahora mismo gestos desafiantes y lenguaje tabernario, casi bélico....pero Rajoy no parece inmutarse. El presidente del gobierno sigue con su ronda de consultas; hoy ha visto a Unió Democrática y a UPyD, mañana ha citado a empresarios y sindicatos...ya solo falta que se anime con una representación del mundo de la cultura, o del deporte, o de la ciencia, para tener todas las casillas cubiertas y poder seguir presumiendo de campeón en la defensa de la unidad de España. Dicen sus partidarios que Rajoy es un maestro en gestionar los tiempos, y no digo yo que no....pero a estar alturas –a mí personalmente- me tiene desesperado. Y lo malo es que entre unos que quieren correr demasiado y otro que ha decidido ir al tran-tran esto puede acabar como lo de Márquez y Rossi: a patadas y con alguien por el suelo.