El Parlamento alumbró un muerto
Después de lanzarse a reformas de gran calado sin contar con nadie, los populares han rizado el rizo con este presupuesto post mortem, testamento impuesto a la sociedad en un alarde de soberbia
El Parlamento alumbró un muerto
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Madrid
Para acabar la legislatura el parlamento alumbró ayer un muerto, el presupuesto para el año que viene, un presupuesto sin recorrido vital posible. El Parlamento se despide actuando como lo ha hecho durante todo el cuatrienio, como esclavo sordo, ciego y mudo del Gobierno, que ha utilizado la Cámara como simple notario de su omnímoda voluntad.
Gobernar a punta de decreto ley reduce el Parlamento a cero. Pero algo peor, caricaturiza la democracia, que no solo es un juego de apariencias y confirma que el PP ha confundido siempre mayoría absoluta con poder absoluta.
Iñaki Gabilondo en la redacción de la Cadena Ser / CADENA SER
Iñaki Gabilondo en la redacción de la Cadena Ser / CADENA SER
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Después de lanzarse a reformas de gran calado sin contar con nadie, los populares han rizado el rizo con este presupuesto post mortem, testamento impuesto a la sociedad en un alarde de soberbia. Así como en el año 2011 se nos impuso desde fuera el dogma de fe del control del déficit para salvarnos, ahora, desde dentro, se nos imponen unos presupuestos para salvarnos de nosotros mismos, para salvarnos de futuros errores.
El PP cree que cuando gana unas elecciones no se le conceden cuatro años, como a los demás. Cree que se le otorga el poder a perpetuidad.
