El debate de la eutanasia

Madrid

Ya está, ahora dejemos a la familia de Andrea que viva en la intimidad el dolorosísimo camino que tienen por delante. El Hospital de Santiago rectifica tras la intervención judicial y la polvareda mediática y se aviene a la voluntad de la familia para que la pequeña tenga una muerta digna. Hoy solo se puede mandar un abrazo y mucho respeto a Estela y Antonio.

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Pero su caso tiene que servir para que ante las elecciones que vienen no nos olvidemos de preguntar una y otra vez a los partidos si regularán la eutanasia. Sin regularla, los profesionales están siempre en el alero y las familias de los enfermos y los propios pacientes con su dignidad final sujeta a variables personales, ideológicas o morales de otros.

No es un debate fácil y la presión electoral no es la mejor para un debate sereno. Pues habrá que intentarlo. La civilización no puede detenerse en el umbral de la muerte. Es algo que les debemos a las siguientes generaciones.