Si hay perdón para los tramposos…
Jesús Soria critica de nuevo, un lunes más, las estafas y engaños de las grandes compañías
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EFE
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Madrid
Llueve sobre mojado. Insisto. Ya he escrito alguna vez sobre esto, incluso había unas “gotas” la semana pasada, pero la actualidad nos devuelven siempre a la cruda realidad: Defraudar, engañar, saltarse las normas a la torera, hacer “travesuras” a sabiendas de que no te pillaran o que, si te pillan, las sanciones serán mínimas, a veces ridículas, no es algo casual.
El Gobierno, no sin cierto retraso, ha frenado, en el último Consejo de Ministros del viernes, el intento de los bancos de cobrar una doble comisión – por emisión de la tarjeta y por usar el cajero - por sacar dinero de los cajeros diferentes a los de nuestro banco. Entre otras cosas porque la propia Comisión Europea ya estaba detrás de un nuevo atropello a los consumidores. Independientemente de que los bancos al final podrán acabar cobrando lo que quieran por usar los cajeros, es decir, incluso cobrándonos lo que pretendían con la doble “tasa”, la realidad es que ha habido una entidad, CaixaBank, que lleva meses cobrando lo que otros pretendían: 2 euros. ¿Se ha hablado algo de obligar a devolver el dinero que han cobrado irregularmente? Que se sepa, no. Y debe ser mucho dinero… Seguramente serán las denuncias de asociaciones de consumidores las que terminarán con el asunto en los juzgados o las instituciones de consumo quienes podrían obligar a devolverlo. O seguramente, no. ¿Nuevo perdón a la banca?
Más. ¿Alguien habla de indemnizar a los afectados por el escandaloso fraude de Volkswagen con cientos de miles de afectados? No. ¿Y a los que tienen paralizados sus coches pedidos y con cantidades importantes entregadas a cuenta? Tampoco. Como dice Facua, el fraude es una “vulneración de la normativa sobre protección de los derechos de los consumidores”. Da igual.
¿Alguien habla o ha movido un dedo para indemnizar a los miles y miles de afectados del “cártel” de los concesionarios de coches que perjudicó en una media de más de 1.000 euros a muchos clientes? No. Solo OCU se ha movilizado aquí y busca afectados.
¿Alguien habló alguna vez de compensar a los miles y millones de usuarios engañados con productos que se han vendido durante años con unas supuestas propiedades que luego, científicamente, se ha desmostrado que no tenían? Hablo de algunos lácteos que parecían la panacea para acabar o mitigar ciertos problemas de salud. Mentira. Todavía hay algún producto bajo sospecha…
Y podríamos hablar de los cientos de productos milagro que nos llevan vendiendo durante décadas sin que nadie haya podido demostrar la eficacia de lo que nos venden. Por ejemplo, de esas pulseras maravillosas que se permitieron vender durante años en nuestro país pese a las advertencies de no pocos y la “mirada perdida” en otras cosas de los responsables de consume de este país. Al final fue una sentencia en EEUU la que paralizó su venta por fraudulenta y obligó a indemnizar a los clientes. Allí, claro. ¿Aquí?. Nada de nada.
Recuerdo como un día denuncié este caso en el Hoy x Hoy de Carles Francino y hasta estuvo defendiendo las “propiedades” de su producto un dirigente de la empresa que los vendía en España. Hasta me atreví a hacer futurología después de pedirle reiteradamente los documentos que acreditaran las propiedades que decía tener: “se forrarán, acabarán prohibiendo la pulsera, pero nunca podrán demostrar sus propiedades ni nunca tendrán una sanción en nuestro país”, dije. Y pasó. Desde luego, un solo “amago” de una comunidad autónoma, creo que Andalucía, contra las mismas no fue nada contra los multimillonarios beneficios que obtuvieron. Naturalmente, ningún comprador verá un duro. Más de uno debe reirse habitualmente de nuestro “coladero”. Saben que aquí, al contrario que en la película de los hermanos Coen y Bardem, quizá somos un país para viejos, pero también, lamentablemente, para tramposos…