Apariencia de imparcialidad

Madrid

Los fiscales anticorrupción han pedido a la Audiencia Nacional que admita a trámite la recusación de dos de los tres jueces que integran el tribunal que juzgará el caso Gürtel, por considerar que no son irracionales las dudas sobre su imparcialidad en lo que atañe tanto al Partido Popular como a su extesorero y exsenador, Luis Bárcenas.

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En su escrito, los fiscales recuerdan que el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos exige que se cumplan los cánones, no sólo de imparcialidad, sino también de apariencia de imparcialidad; y que esa apariencia, en el caso de los jueces Enrique López -que actuará de ponente- y de Concepción Espejel -que presidirá el Tribunal-, es muy frágil.

Realmente, es muy difícil que tanto el señor López como la señora Espejel superen el requisito del Tribunal Europeo de no despertar dudas en un observador objetivo. Cualquier observador objetivo tendrá dudas más que razonables sobre la imparcialidad del señor López, por ejemplo, si examina con detalle su biografía y la manera en la que se ha desarrollado su carrera tanto en el Consejo General del Poder Judicial como en el Tribunal Constitucional, adonde llegó gracias al terco empeño del Partido Popular, pese a las dudas sobre su cualificación profesional. La cercanía del señor López a la famosa fundación FAES, del Partido Popular, es pública. De hecho, los fiscales anticorrupción piden que se aclare si el señor López ha obtenido retribuciones de la FAES, es decir, si ha cobrado por participar, como es público que lo ha hecho, en actos de dicha organización popular.

La imparcialidad del tribunal que juzgará el caso Gürtel y la posible existencia de una caja B en el Partido Popular no puede ser objeto de dudas. Sería la útima y la peor de las corrupciones políticas.