¿Por qué no refugian los jeques a sus hermanos árabes?
Ni la historia, la tierra, la lengua y la fe compartidas parecen mover un ápice su solidaridad.
Madrid
Mientras la Unión Europea acelera a regañadientes una respuesta al éxodo de refugiados, la frontera sur, la de los principados del Golfo, permanece cerrada a sus hermanos árabes. Los jeques no se sienten concernidos por el drama de quienes huyen ni por el de los países que como Líbano, Jordania y Turquía, también hermanos, ven estallar sus costuras acogiendo a casi cuatro millones de refugiados.
La polémica del día | ¿Por qué no refugian los jeques a sus hermanos árabes?
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Las suras y aleyas del Corán que hablan de la misericordia las debieron olvidar, y su riqueza desbordante parece servir sólo para engordar su desbordante riqueza. Ni la historia, la tierra, la lengua y la fe compartidas parecen mover un ápice su solidaridad. Tampoco su responsabilidad en la financiación de un integrismo criminal. Es difícil que una revelación modifique su postura. O que lo haga una comunidad internacional, complaciente con sus desmanes, esgrimiendo una Carta de Derechos Humanos que allí está enterrada en petróleo y arena. Pero sirva la polémica, al menos, como legítimo desahogo.