Riffs de guitarra a 24 fotogramas

Madrid

A lo largo del tiempo, las películas han basado su inspiración en muy distintas fuentes. Hechos históricos, novelas, biografías... y por supuesto, también en la música. Una de las artes fundamentales de nuestra sociedad, que ha permitido soñar y crear universos propios, a veces, privados, en los que el sonido era la materia primigenia.

Dentro de la música, de todos los géneros que existen, el rock ha sido una grandiosa marmita de ideas para llevar a la gran pantalla las historias de sus estrellas y quimeras, algunas glorificadas en vida, otras tras la desaparición del personaje, que han floreado la  diversidad mitómana de las últimas décadas.

Hacemos un breve repaso por algunas de ellas con María Guerra y Fernando Neira, compañero de El País. Y resaltamos títulos como The Doors, de Oliver Stone. Uno de los films donde mejor reflejada está la personalidad del músico, Jim Morrison en el rostro de Val Kilmer.

I'm not there, dirigida por Todd Haynes es otro de los títulos que han mostrado, a 24 fotogramas por segundo, la vida de algún músico, en este título dando forma al poliédrico Bob Dylan, en la que la literalidad está completamente ausente, dejando que resida en esta paradoja la compleja y acertada construcción de la historia.

Y finalizamos el repaso con Casi famosos de Cameron Crowe. La historia ficticia en la que William, un jovencísimo e intrépido reportero, se obceca con escribir y describir el mundo de la música desde dentro, con todo lo que eso conlleva; las exigencias del reportaje, el funcionamiento interno del grupo durante la gira, el amor encarnado en la groupie...

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Retratos de excentricidades, pasiones y excesos, que han unido en un maridaje perfecto a dos de los grandes baluartes de la cultura contemporánea. El cine y la música.