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FILÓSOFÍA

La importancia de la atención

Javier Gomá y Toño Fraguas discurren sobre esta idea de préstamo social

Los niños son quienes reclaman más deliberadamente nuestra atención. / EFE

Los niños son quienes reclaman más deliberadamente nuestra atención.

Madrid

Prestar atención es un expresión muy curiosa y genuinamente española, pero el problema que tiene nuestra cultura es que olvidamos que es un préstamo y, también ocurre, que no gozamos de una educación de la oratoria. La atención es algo natural de la vida, a lo que no damos mucha importancia, pero es básica porque, según ha reflejado Javier Gomá en su ensayo Prestar atención, "las mujeres y los hombres son seres fundamentalmente atencionales".

Hoy Javier Gomá y Toño Fraguas discurren sobre el verdadero problema que existe en la actualidad: la atención. Un hecho tan simple y que en la actualidad, como ha recordado Toño Fraguas se está perdiendo debido al exceso que le damos a las nuevas tecnologías. Es un problema que está llegando al cerebro, ya que las personas están perdiendo la capacidad de mantener la atención durante un tiempo suficiente para realizar ciertas cosas.

Para Fraguas, las nuevas tecnologías se ha convertido en un latoso oficial, algo que Gomá define, basándose en un filósofo italiano, como "aquella persona que nos quita la soledad sin darnos la compañía". También destaca este filósofo español al célebre ministro inglés, Benjamin Disraeli, que escribió la frase de "mi modo de ser exige o una perfecta soledad o perfecta compañía". Con esto se refiere a que la persona perfecta muestra exactitud en uno de los lados, mientras que los problemas son los estados intermedios.

Nuestra atención está repartida en diferentes órdenes de la vida, pero claramente existe la soledad donde uno se presta la atención a sí mismo y, por otro, la sociedad activa donde cedemos nuestra atención a los demás y ellos nos deben compensar con bienes naturales como son los conocimientos, la diversión, la curiosidad o la alegría. Lo que debemos tener claro es que, a pesar de que las responsabilidades puedan quitarnos nuestra atención en otros campos, debemos a aprender a que no gobierne nuestra vida.

 
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