A Pedro le sobra corazón
El ejemplo que dio Pedro, el jugador tinerfeño en Tiblisi, en la Supercopa de Europa fue necesario para entender que el arrojo y la gallardía pueden con la tristeza y el despecho.
Madrid
Déjenme que les hable de fútbol, tristeza y heroísmo. El ejemplo que dio Pedro, el jugador tinerfeño en Tiblisi, fue necesario para entender que el arrojo y la gallardía pueden con la tristeza y el despecho. El futbolista fue desalojado del equipo por su director deportivo, que manifestó desdén por su pertenencia al club, y por el entrenador, que ni le puso ni le tuvo en cuenta. Luego, en los minutos de prórroga del partido ante el Sevilla, saltó al campo y salvó al Barça en una final decisiva. Su contribución fue sensacional y breve, como un gesto heroico. Sólo luego dijo que estaba triste. El fútbol no tiene corazón, pero a Pedro el corazón le sobra.