Lorena, heroína sobre ruedas
“Una parte de mi cerebro no funciona bien. Por eso, no puedo mover ni los brazos ni las piernas"
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Lorena, a la derecha, con amigos y voluntarios
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Madrid
Se llama Lorena Almaraz, tiene 29 años y es una apasionada del karaoke, los videos musicales y los fines de semana con sus amigos. Como cualquier chica de su edad. Eso sí, allá donde vaya Lorena, va su inseparable silla de ruedas.
“Una parte de mi cerebro no funciona bien. Por eso, no puedo mover ni los brazos ni las piernas. Siempre he sido así, desde pequeñita”. Risueña, valiente y con una gran entereza, Lorena no tiene problema en hablar de por qué es “diferente”.
Lorena, heroína sobre ruedas
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Su parálisis cerebral le impide ducharse, vestirse o partir comida sola. Necesita la ayuda de otras personas. Personas como Marta, Sergio, Palen, María o Santi. Una familia de amigos que organiza actividades para discapacitados como Lorena, para que puedan salir a divertirse y a desconectar. Todos juntos van a la bolera, al cine, hacen carreras, gimkanas e incluso han sacado tiempo para ir la semana que viene a una granja escuela.
Lorena es consciente de la gran labor que realiza la Asociación de Voluntarios para la Integración. Sabe que, por desgracia, es una carga, y no tiene problema en admitirlo. De ahí que comprenda que sus padres necesiten “desconectar” de vez en cuando.
Los voluntarios organizan actividades para gente de todas las edades. Por ejemplo, Lorena recuerda que, cuando tenía 5 años, se divertía con los talleres y con los teatros. Ahora, disfruta con las noches de discoteca con sus amigas.
Ella necesita dos personas para asistirla durante los campamentos que organiza la asociación. Recibe la ayuda desinteresada de personas que lo único que buscan es hacerle la vida más fácil a alguien. Y lo agradece, mucho. Pero ella no se apunta a las actividades por la ayuda, sino por las personas. Lorena sabe que, por ser discapacitada, hay quienes pueden pensar que es una carga. Como también sabe que con sus infinitas ganas de disfrutar cada minuto de vida, se ha ganado un gran hueco en el corazón de los voluntarios Álvaro Palencia y Santiago Alonso.
Ellos se presentan como una pieza más del puzle en la asociación de voluntarios. Y según Lorena, son "maravillosos", porque puede contar con ellos para lo que sea. Son héroes que, como dicen, liberan a los padres de la carga de tener una persona dependiente las 24 horas del día. Pero para ellos, Lorena también es un ejemplo a seguir.
Álvaro y Santiago, junto al resto de los voluntarios que se encargan de los 35 discapacitados de Avinte, hacen frente a las barreras arquitectónicas y emocionales que les presenta la sociedad. Y de entre todos los ventajas de ser voluntario... Lorena tiene muy claro que la mejor recompensa es una gran sonrisa.