Licenciados en desigualdad
"Este sistema educativo, al menos el universitario, el público, juega a la contra en esto de la igualdad. La igualdad está muy bien como concepto, pero cada vez brillará más por su ausencia, al menos mientras no haya cambios."

La opinión de Francino | Licenciados en desigualdad
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Madrid
Existe un debate cada vez más intenso sobre cuál es el peor efecto de la actual recesión: si la pobreza o la desigualdad. Y no es un debate menor, porque la pobreza, siendo un auténtico desastre –en mayor o menor medida- puede acotarse, admite planes concretos para combatirla, es.....para entendernos, un enemigo más reconocible. Pero la desigualdad, si se convierte en estructural –que es lo que está ocurriendo- es una especie de carcoma que paso a paso lo corroe absolutamente todo hasta que un día el edificio se desmorona. Y resulta que ahí el sistema educativo juega un papel determinante. y, claro, cuando te enteras –como les hemos contado esta mañana en 'Hoy por hoy'- que se han perdido casi 90.000 universitarios de grado en sólo tres años, cuando se convierte en acontecimiento viral la historia de una estudiante de Bellas Artes que vende sus trabajos para pagarse la carrera o cuando lees la carta de despedida de un catedrático que se jubila como el historiador Borja de Riquer.....entonces llegas a la conclusión de que este sistema educativo, al menos el universitario, el público, juega a la contra en esto de la igualdad.


Porque resulta que la crisis económica ha sido la coartada perfecta; ahora la universidad pública tiene, entre otras cosas: menos autonomía, más precariedad de los docentes, más burocracia y enormes dificultades –incluso entre los mejores estudiantes-para acceder a las becas. Eso sí, entretanto las universidades privadas han ido floreciendo hasta acercarse casi a la mitad de la oferta global. O sea que vamos al modelo que parece gustarle tanto al gobernador del Banco de España, por ejemplo con las pensiones: rascarse el bolsillo. Quién pueda sacar más de ahí tiene mejor pensión, mejor educación, mejor sanidad....y mejor vida, claro. Así que mejor es que nos vayamos acostumbrando: la igualdad está muy bien como concepto, pero cada vez brillará más por su ausencia, al menos mientras no haya cambios.