"No hay tiempo que perder"
Es el llamamiento que hace Naciones Unidas ante la situación de los miles de migrantes que siguen a la deriva en las costas del Sudeste Asiático
Las autoridades de Tailandia, Indonesia y Malasia han recurrido a medidas policiales para contener la ola de inmigrantes birmanos y bangladesíes, que se ha convertido en una crisis humanitaria en el Sudeste Asiático / FAZRY ISMAIL (EFE)
Madrid
Tailandia asegura que está preparada para acoger a los 450 migrantes que están a la deriva en aguas del sudeste asiático desde hace varios días. Un portavoz de la marina de aquel país ha asegurado que han asistido a los que van a bordo pero que no quieren ir a Tailandia sino a Malasia o Indonesia.
Con este panorama las autoridades de Malasia han decidido mover ficha e iniciar una ronda de contactos con Tailandia e Indonesia. Su objetivo: presionar al Gobierno de la antigua Birmania, Myanmar para que se implique en un acuerdo a nivel regional, ya que la mayor parte de los inmigrantes pertenecientes una minoría musulmana perseguida en Myanmar, donde ni siquiera se les reconoce la ciudadanía.
Todo ello mientras desde la comunidad internacional se presiona ante una situación que, aseguran, es insostenible. Jeffrey Savage.
“El tiempo pasa y por los informes que recibimos esta gente está en situación desesperada. Su salud está muy deteriorada y muchos han muerto ya en el mar. No hay tiempo que perder. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que vaya allí y traiga a esa gente a algún lugar seguro”, señala Savage.
La situación de estos 450 inmigrantes no es única. Varios miles se encuentran en las mismas circunstancias, es decir sin agua ni comida y esperando una solución a bordo de barcos precarios.
