Hay sitio pa' tos
Reflexión sobre la exigencia a los nuevos líderes políticos Pablo Iglesias y Albert Rivera
Madrid
Empieza a ser clamoroso el nivel de exigencia con el que se mide a los nuevos políticos. Los dirigentes de Ciudadanos y de Podemos tienen que acertar siempre, en sus declaraciones, en sus propuestas, en su puesta en escena, en su expediente universitario y, hasta si me apuran, en las notas con las que terminaron el BUP.
Esta semana le ha tocado a Albert Rivera, antes le tocó a Pablo Iglesias. Si la vara de medir que se les aplica a ellos se hubiera aplicado a los políticos que nos gobiernan o nos han gobernado, seguramente hoy no estaríamos como estamos.
Ya ocurrió con el 15M. A los acampados en la Puerta del Sol, a quienes ni los periodistas vimos venir, se les reprochaba que no tenían propuestas sólidas para acabar con la crisis. ¡Acabar con la crisis!
Llevan siete años sin acertar el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Unión Europea, el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal americana. Pero a los nuevos se les exige la pócima mágica que acabe en dos días con el 23 por ciento de paro y deje limpias como los chorros del oro las instituciones. Así, de entrada.
Menos nervios, señores. Albert Rivera no ha estado muy fino esta semana al ponerle fecha de nacimiento a los que pueden hablar de regeneración. Pero, ¿hace falta que repasemos las veces que no han estado finos, de palabra y de hechos, todos los que se le han echado encima? ¿O los que se echan encima de Pablo Iglesias al menor desliz?
Sus críticos más fieros les llevan varios años de ventaja en meteduras de pata, no sólo en declaraciones, sino en leyes que se publican en el Boletín Oficial del Estado y que condicionan la vida de las personas.
Tendrán que hacerse mayores políticamente, sí, tendrán que hacerlo deprisa y estar a la altura de lo que ellos exigen con arrogancia también a los demás. Tendrán que crecer y equivocarse, como ocurre en todo aprendizaje. Lo hicieron los protagonistas de la Transición, con menos experiencia democrática y saliendo de una dictadura.
Tranquilidad, que por mucho que se reparta la tarta electoral, según las encuestas, hay sitio pa' tos.
