El arzobispo niega más de tres veces
"Junto a la desfachatez del arzobispo llama la atención la tremenda paciencia de un juez capaz de aguantar siete noes sin tomar medidas que respondan al desacato."
El arzobispo de Granada, Javier Martínez, en una imagen de archivo
Madrid
El juez del caso Romanones, que investiga a diez sacerdotes acusados de abusos sexuales a menores, ha reclamado por octava vez al arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, las declaraciones e interrogatorios de los religiosos sobre los que se inició expediente eclesiástico, según informa el diario Religión Digital.
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Parece que el arzobispo no acaba de entender que, aunque el reino que predica no sea de este mundo, la ley a la que debe someterse mientras llega sí que es terrenal. Tampoco debió de escuchar al papa Francisco cuando hace seis meses, sobre este preciso asunto, dijo que "la verdad no se puede esconder", ni se ha debido de enterar de que la Conferencia Episcopal respondió en tiempo y forma a los requerimientos del juez. Pero junto a la desfachatez del arzobispo llama la atención la tremenda paciencia de un juez capaz de aguantar siete noes sin tomar medidas que respondan al desacato.
