Obsesionados con el aborto

Madrid

No hay nada peor –en la vida en general, pero sobre todo en política- que emitir señales confusas. La falta de claridad, de convencimiento, la ausencia de un perfil nítido, que sea claramente identificable, supone una rémora enorme para que los demás te reconozcan; y en su caso te acaben votando. Y algo confuso parece últimamente el Partido Popular, bastante confuso de hecho a juzgar por el guirigay interno, por muchas proclamas de unidad que lance su presidente. Hoy hemos amanecido con la resurrección del aborto como argumento electoral. "El aborto no es un derecho" –ha dicho el ministro de Sanidad en Radio Nacional-, y el próximo martes en el Congreso eso tiene que quedar claro cuando se vote la propuesta de reforma para que las chicas menores de 16 años estén obligadas a comunicarlo a sus padres.....

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Vamos a ver, ¿no tuvo ya suficiente revolcón el PP cuando Gallardón –por encargo de Rajoy- intentó cargarse la ley de plazos? ¿No quedó meridianamente claro que la sociedad española, una gran mayoría, no quiere retrocesos? Lo de ahora sólo puede entenderse como un guiño a los votantes –y a los diputados- más conservadores, que tiene su lógica interna –seguro-... pero es ahí donde surge la pregunta; o al menos yo me la planteo.

El Partido Popular tiene que decidir que quiere ser de mayor. Si un partido de derecha-derecha, de derecha-centro o de centro-derecha....porque el escenario ha cambiado, ya no puede acapararlo todo; hay nuevos actores y se han roto los monopolios del bipartidismo. Pero bueno, al final todo eso no deja de ser más que opinión, análisis político, y ellos sabrán lo que tienen que hacer. Pero mientras lo deciden, por favor, dejen de tocar las narices con el tema del aborto. Un montón de mujeres –y de hombres- se lo agradeceremos.