"No pasa una semana sin que me recuerden la frase de "¡Trata de arrancarlo!"

Madrid

A la gente se le puede seguir al andar, al comer, al correr o incluso al beber si te pones a ello. Pero ¿y al hablar? Luis Moya, el copiloto más laureado en el Mundial de Rallies, es quizá una de las personas que más palabras puede decir en un suspiro.  Hombre discreto, meticuloso no le importó estar 15 años a la sombra de Carlos Sainz como fiel escudero con el que ganó dos Campeonatos del Mundo. Ahora es embajador de Volkswagen y no se cansa de contar a todo el mundo lo que ha vivido en el mundo del motor. Al tiempo disfruta con la bici, nadando o incluso delante de la televisión donde se planta para ver fútbol, al Barça y Depor preferiblemente, o una de las muchas películas de western que tiene su colección. "Debo tener en total unas 1000  películas pero de lo que me gusta, que es western, debo tener en torno a 340  películas. Y de todos me quedo con Sergio Leone". Ahora como embajador de Volkswagen acude a todas las carreras y presentaciones de productos y lo que hago es " hablar como he hecho toda mi vida y que es algo que me encanta. Y además sin la presión que tenía cuando competía". 

Con Carlos Sainz reconoce que eran partidarios de detallar mucho las notas y  crearon su propio metalenguaje y asi cuando decían "sasar" era " sacrificar" pero de forma abreviada. " El copiloto siempre se acopla porque las notas son del piloto. No hay un sistema estándar y todo depende del piloto y copiloto y de cómo se entiendan ellos" . Al asiento del copiloto se le llama el asiento del miedo seguramente porque hay gente que lo pasa mal y que prefiere llevar el volante pero Luis reconoce que en su caso no es así  " y el momento mejor de las carreras era cuando iba leyendo las notas.  Ser copiloto es algo que me apasionó de siempre y nunca he querido ser piloto. A mi me gusta competir, me acostumbré a ir con Carlos y con él aprendí a ser profesional y sé que nunca en la vida podría llegar a conducir como él. "

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Ahora Luis Moya disfruta de su trabajo y tiene claro que nunca correría el París- Dakar aunque Carlos le ha tentado varias veces. " Este año me lo ha vuelto a ofrecer pero sé que no puedo darle lo que él quiere y aunque es mi gran ídolo y le debo tanto le he dicho que no le puedo dar hora , a mis 54 años, lo que le daba antes. Yo ahora no tengo ninguna necesidad de ir al Dakar"