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ENTREVISTA EN 'LA SCRIPT'

Tania Sánchez: "Muchos me dicen que no puedo tener esa imagen de Thatcher"

Entrevistamos a la líder de 'Convocatoria por Madrid' en 'La Script'. 'House of cards', 'Juego de tronos', 'Borgen'... Hablamos de las cloacas del poder y el tablero político en las series

Madrid

En La Script analizamos la tercera temporada de House of Cards con una política española fan de la serie. Tania Sánchez habla de las cloacas del poder, del nuevo tablero político, del papel de las mujeres en política y del Frank Underwood español.

Tania Sánchez: 'Yo soy Khaleesi'

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Tania Sánchez, bienvenida a 'La Script' ¿Qué tal?

Hola, muy contenta de estar aquí por ese 'programazo' que hacéis y que me gusta mucho

¿Qué tiene ‘House of cards’ de real para que te interese?

Creo que ‘House of cards’ es un relato muy brutal, incluso es discutible en alguna de sus brutalidades que sea realista de lo que significa la disputa por el poder como eje central de la política. Me niego a creer que solo la lucha por el poder es toda la política, pero es innegable que disputar el poder es imprescindible para hacer política y es un reflejo muy muy brutal de que significa eso.

La tercera temporada de ‘House of cards’, disponible en Canal + Series y Yomvi, presenta a Frank Underwood como presidente, con muchos problemas y frentes abiertos. Está obsesionado con lanzar un plan de empleo, América Trabaja, a costa de desmontar las prestaciones sociales y acabar con el sueño americano. Tania, ¿es una hipótesis familiar?

Sí, es bastante familiar en muchos elementos. Bastante familiar en que el sueño americano acabó, ya no loes para 10 millones de ciudadanos en paro. Esto es una realidad también en Europa. El modelo de sociedad que permitía trabajar, pagar tus impuestos, darle una educación a tus hijos y pensar que todo iba a ser progreso, alguien lo ha rato y no ha sido la gente. Esa es la situación en la que estamos. El dilema de eliminar los derechos de quienes han trabajado para conquistarlos o eliminar la posibilidad de trabajo futuro y una vida digna para las nuevas generaciones, yo creo que hay que romper en términos de dilema. No se puede obligar a una sociedad desde la política a elegir entre las viejas generaciones y su bienestar y las futuras.

Da la sensación que para irrumpir en política hay que irrumpir a hachazos, como Frank Underwood. En tu capítulo en el libro de Juego de Tronos defiendes el enfrentamiento y la batalla, ¿legitimas las estrategias ‘House of cards’?

En mi capítulo de Juego de Tronos, yo sobre todo intento llamar la atención en una contradicción que existe en el relato de la política en este país. Cuando este país está claramente convencido -y buena parte de la crisis que vivimos es cuestionar eso- de que la única mediación de la política son los partidos, a la vez tiene un discurso muy negativo sobre la disputa política en el marco interno de los partidos, pero o vamos a todos los ciudadanos a disputar en igual de condiciones en unas elecciones o si hay algún elemento de intermediación, es igual de importante la disputa en el marco de los partidos que en el marco electoral. Yo intento señalar ese cinismo en una sociedad que ha sublimado el consenso en un metarrelato de quienes somos y lo practica muy poco en la realidad.

O sea, que los políticos que discuten o se enfrentan, ¿son percibidos como malos por los ciudadanos españoles? ¿tú crees que tiene que haber lucha?

Yo creo que la política es disputa. La política al final es el arte de ordenar recursos limitados entre demandas infinitas. Siempre es disputa. Siempre hay intereses contrapuestos por el uso, disfrute o lo que sea de bienes que son sí o sí limitados. Eso es la política. Y luego las herramientas de cómo garantizar, obviamente tienen que ver con la conquista del poder. Para poder desarrollar una decisión o una idea, tienes que poder desarrollarla.

Hablas de guerra y lucha, pero la batalla también es estrategia. Es una de las cosas que mejor se ve en House of cards. No importa tanto la ideología sino la estrategia para llegar al poder ¿Es uno de los cánceres de la política actual?

Yo creo que es muy brutal ‘House of cards’ precisamente por eso. Hay una escena en el primer capítulo de esta tercera temporada que refleja exactamente eso. Frank Underwood es claramente un estratega de conquista por el poder. Ahí acaba su recorrido. Y cuando está intentando explicarle a su equipo lo que quiere hacer y empieza a pasar páginas con ideas, en realidad es muy ridículo porque pone unos porcentajes de una encuesta con una pregunta estúpida. De golpe se refleja en esa reunión que él tenía una estrategia perfecta para llegar a ser presidente, pero que nunca pensó cuál era su proyecto de país y qué quería hacer. Por qué quería ser presidente más allá del poder.

¿Sólo tiene ambición?

Ya veremos como desarrolla la temporada. Pero en el primer capitulo muestra que ya acabó esa lucha y solo queda por ver cómo se desarrolla como presidente, ha acabado. De golpe se queda que su estrategia, que incluía un segundo mandato, aunque no fuera votado. Es muy interesante no negar que la política no puede estar exenta de la disputa por el poder, y por tanto, de la estrategia de alianzas y movilización de voluntades, pero es que tiene que ser en favor de un proyecto.

La batalla no es solo política, también es mediática. La construcción del personaje es muy importante, ¿cómo elaboras tu personaje público?

Esto es como que me preguntes prácticamente de qué color llevo la ropa interior. En mi caso, he de decir que personalmente no soy un Underwood. Como no soy una Underwood, no hay una construcción previa de un personaje. Lo que sí hay obviamente es que, en la medida que vas apareciendo en medios y te expones a la opinión, muchísima gente está en la libertad de decirte su opinión. En eso vas matizando cosas. Yo, por ejemplo, que tengo una forma de defender las cosas muy dura, mucha gente me dice “Joder, tía, yo te conozco en lo personal y eres maja, y no puedes tener esa imagen de Margaret Tatcher que parece que vas cortando cabezas”. Entonces vas matizando elementos y vas pensando y viendo referentes que han sido líderes. Y vas intentando transmitir una coherencia entre quien eres y el proyecto que quieres desarrollar.

¿Te dejas aconsejar?

Sí, muchísimo. Y escucho muchísimo. No solo me dejo aconsejar por gente que sabe mucho y un equipo maravilloso de gente que hace todo por amor al arte y que se está dejando la piel para cambiar Madrid, sino también por cualquiera. Hay señoras que me paran por el Metro y me dicen “tienes que hacer...”. Yo lo escucho, y hay veces que pienso, señora se va a venir usted conmigo para ver si es capaz.

El personaje de Claire Underwood está en un segundo plano pero las cosas han empezado a cambiar. “Llevo décadas en al asiento del copiloto, es hora de que me ponga a cambiar y eso tiene que empezar ahora”, dice Robin Wright en el primer episodio ¿Qué pasa con las mujeres y la política en este país? ¿En qué situación te ves de este coche?

Yo he procurado siempre llevar el volante. He peleado y disputado mucho para llevar el volante. Lo que pasa en la política no es distinto a lo que pasa en el país, en Europa y, mucho más gravemente, en el resto del mundo. Ha costado mucho hacer entender a las mayorías sociales, algo tan revolucionario que decía Davis sobre el feminismo, que la mitad de la población tiene exactamente los mismos derechos que la otra mitad. Es una obviedad ya que tenga los mismos derechos y los pueda ejercer en las mismas condiciones. En pleno siglo XXI eso es aún un elemento muy difícil y se ha tendido a parcelar los ámbitos en los que uno podía o no desarrollarse, y la política ha sido un ámbito eminentemente masculino, en la que los estilos distintos son muy difíciles de abrirse paso. Pero yo creo que como estamos en tiempos de aceleración política, eso también va muy rápido. Hay un empoderamiento progresivo y muy rápido de muchas mujeres en líneas de liderazgo de todos los ámbitos de la sociedad.

Muchas veces las mujeres existimos porque no estamos en el campo de batalla, por ejemplo en los partidos políticos. Tú estás en una situación extraña, ¿te han tirado al tren o te has lanzado tú sola? ¿cómo se puede hacer política desde un espacio no consolidado? Tú dices que estás pero hay personas que dicen que no estás...

Yo creo que estoy, para empezar estoy aquí delante de un micrófono que pone Cadena SER. Yo creo que estoy, pero como está otra mucha gente. Esta es una de las claves del modelo político del que venimos, y en la medida en que se rompe uno y se consolida otro modelo, hay tiempos de incertidumbre, donde además suelen aparecer los monstruos. En esos tiempos, no solo de la estructura de los partidos se puede hacer política. Vamos a pensar que hay nuevos caminos, nuevos modelos y que hay incluso nuevas formas de hacer partidos políticos. Hay por toda la región y por todo el poder proyectos de unidad popular en los que los partidos no son los protagonistas y los métodos de hacer política no son los tradicionales, y están saliendo adelante. No exentos de dificultad, no exentos de complejidad y no exentos de la mayor de las dificultades, es que el marco de interpretación de esa forma de hacer política aún no ha llegado a todas partes. A veces se intentan aplicar marcos del siglo XX a procesos que son del siglo XXI.

¿Estás creando un nuevo escenario?

Sí. Los tiempos de crisis son tiempos de audaces, y yo creo que hay que jugársela. Era imprescindible dar un impulso a una forma de afrontar el proceso autonómico que nadie estaba queriendo ponerse a ello. Nos la hemos jugado. Dicen que te has tirado a la vía o te han tirado, lo que hemos hecho es no renunciar al proyecto político que tocaba en este momento histórico. A pesar de que esa no renuncia y esa pelea, puede suponer que en lo personal y en lo individual juegues un papel distinto del que habían pensado que ibas a jugar. O menos protagonista. Lo importante en esto no es el papel que juegue Tania Sánchez, sino que el proyecto de cambio de Madrid va adelante y se consolida.

¿Qué hay que hacer para que ese proyecto eche a los Lannister o los Underwood de la Comunidad de Madrid? ¿Con quién hay que pactar? ¿Con Khaleesi? ¿Y quién eres tú?

Hay una discusión importante sobre quién es Khaleesi. Yo si me preguntas, y ya no tengo ninguna abuela, yo soy Khaleesi. Lo que refleja ella y los caminantes blancos en 'Juego de tronos' es precisamente esa disputa entre los elementos que están fuera del tablero del juego, pero que quieren disputar el poder y por tanto, tienen que hacerlo de formas y normas distintas a cómo lo han hecho. En Juego de Tronos, todas las familias en disputa saben que la forma de disputar el poder es una porque el tablero de juego es uno. Y de golpe, aparecen elementos que pueden disputar ese poder o suponer un problema -en el caso de los caminantes blancos-, que nadie sabe muy bien cómo van a aterrizar en ese tablero, romperlo, reestructurarlo o recomponerlo. En momentos de cambio tan profundos, está todo por escribir.

Hay gente que me pregunta “y luego tú en las generales...”. Pensemos que en la referencia de la primera Transición que vivió este país. Yo creo que esto es una segunda transición política. En el año 74, si alguien hubiera dicho que el partido comunista no iba a ser quién articulara la izquierda, y que quien iba a articular la derecha era el partido de los franquistas de Fraga, no el de los moderados del CDS, todo el mundo habría dicho que estábamos locos. Y eso lo que pasó. El CDS desapareció a marchas forzadas y el Partido Comunista tuvo un papel mucho menos relevante que el que se merecía por su trayectoria política. Y por tanto, en momentos de crisis uno sabe lo que está pasando hoy, pero la foto de lo que va a pasar en seis meses, quedan muchos elementos por ver quién la componga.

Qué intensidad ver una serie contigo. Me imagino en tu casa viendo la televisión, ¿no sé si tomáis notas y paráis la serie?

A veces. Sí, habitualmente paramos la serie. La herramienta audiovisual tiene una potencialidad para explicar cosas y analizarlas que es brutal. Me gusta mucho más otra serie también política, que es Borgen. Prefieres una persona humana a un señor que se para dentro de la tumba de su padre y dice: “a veces los presidentes tienen que hacer estos gestos humanos”. Y dices ¡dios mío, es un androide! Hay muchas que estás viendo y paras y dices, analicemos esto que es brutal. Y hay otras que vuelves a verlas. Por ejemplo, Juego de Tronos está muy trillada, no sé las veces que la habremos visto.

Antes la serie que le gusta al espectador era 'El Ala oeste de la Casa Blanca'. Tiene un idealismo, un positivismo... muy distinto a ‘House of cards’ o ‘Borgen’, series más oscuras ¿vemos la política así, hemos cambiado la percepción y perdido la pureza?

No, somos mucho más realistas y lo analizamos como es la verdad. Me gusta que salgamos de los falsos marcos idealistas. La clave no es si esto es peor, es que esto es la verdad. Y sobre la verdad uno puede operar para construirla de una manera más bonita y hacer todo lo que esté en su mano. Es lo que intenta hacer el personaje de Borge, no sin dificultades. Parar de vez en cuando y pensar en cuánto estoy contribuyendo en que las cosas sean mejores para la gente y cuánto me estoy metiendo en una dinámica fea. Pero para saber diferenciar una de otra, hay que saber cuál es la verdad. Si uno cree que hay cosas idealistas que tienen detrás, hay que sacar de los marcos de la oscuridad todas las disputas de poder que son imprescindibles para que hacer de la vida de la gente una vida mejor y sepan qué pasa. La gente tiene derecho a saber que hay disputas detrás que a veces no tienen que ver con los intereses propios. Y debe saberlo para tomar decisiones.

En estas series políticas como en Juego de Tronos, se plantea la situación de Ganar o morir, ¿tú estás dispuesta a morir políticamente, a sentir que te han dejado fuera e irte?

Sí, claro

Eso no pasa mucho en este país...

Yo no estoy dispuesta a dejar de batallar por un proyecto.

O sea que no estás dispuesta a morir

No, no. No estoy dispuesta a dejar de batallar por un proyecto. Hay veces que la salida o la retirada es más útil para el proyecto que seguir batallando individualmente. Yo creo que en el proyecto con el que sueño tiene muchos ámbitos de trabajo, no solo de primera línea. No tengo ningún problema. Es más, a veces con la vida que llevamos uno piensa que perder es ganar.

Se nos sigue haciendo raro que un político hable de cine o televisión en los medios. Perteneces a una generación de políticos jóvenes que sí apuesta por la cultura de masas, ¿por qué haces esto? ¿es una estrategia de difusión o sale de ti?

No. Es darse cuenta de lo que es la realidad. En el siglo XXI todo lo que significan los dispositivos de construcción de pensamiento audiovisual son imprescindibles para entender cómo la gente piensa. Cuando tú haces política, intentas movilizar la voluntad colectiva hacia objetivos comunes y para eso has de entender como la gente piensa. Es imposible asumir cómo piensa nuestra generación sin conocer que nos educamos con 'La Bola de cristal', que fuimos la primera generación que vivió más de dos televisiones, que se nos educó con Beverly Hills como imagen de familia que se autogeneraba a sí misma y lograba entrar en el marco de los ricos, o Barrio Sésamo. Un montón de elementos que construyen tu pensamiento sí o sí y, por tanto, te influyen en cómo evalúas la verdad, tu realidad, el entorno. Es imposible pensar en las generaciones posteriores a las nuestras sin dispositivos móviles de conexión con millones de personas. Que en tu vida cotidiana seas capaz de tener una conexión y que todo sea audiovisual influye en tu forma de ser. Desde el punto de vista de la construcción del individuo, es inseparable de su marco cultural y social.

¿Eras de esas que vive enganchada al móvil? ¿Cuánto tiempo dedicas a mirar tu pantalla?

Demasiado. A día de hoy, si todos los que estamos en esta locura de los procesos de cambio, imagínate que durante tres días cae WhatsApp y Telegram, creo que se hunde el proyecto.

En 'La Script' también nos gusta darle voz al pueblo y hemos abierto nuestro WhatsApp para que los oyentes nos digan quién es el Frank Underwood español ¿Quién sería para Tania Sánchez? Te tienes que mojar

Uff. Qué pregunta más chunga ¿De verdad tengo que decirlo? Diría que Arriola. No sé cuáles son sus intenciones personales pero tiene capacidad de disputar ciertos espacios de poder en la sombra que es donde Underwood se ha movido hasta la última temporada.

Muchísimas gracias Tania Sánchez por venir a 'La Script'

Encantada. Un placer

 
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