¿Entenderá alguna vez la derecha lo que es una sociedad laica?

Madrid

Mientras el presidente del Gobierno, cabreado y rayano en la grosería, nos contaba en el Congreso las excelencias de este país que camina con botas de siete leguas hacia un futuro luminoso de bienestar y progreso, su ministro de Educación aprobaba leyes del medioevo con alevosía y premeditación, escondido el crimen entre la barahúnda de noticias que nadie destaca. Sepan ustedes que desde ayer los alumnos de primaria y secundaria tienen que elegir entre las asignaturas de Valores Sociales y Cívicos y la Religión Católica. Pongámoslo en crudo: hay que optar entre estudiar “Dios, padre de la humanidad, quiere nuestra felicidad”, frase del contenido que ha elaborado la Conferencia Episcopal, o bien “comprender y valorar la igualdad de derechos de hombres y mujeres”, que se cursará en Valores Sociales y Cívicos.

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Aparte de la histórica confabulación de la derecha más reaccionaria y la jerarquía de la Iglesia Católica, ¿entienden ustedes qué razón puede asistir a quienes vuelven a confundir la catequesis con la enseñanza reglada? ¿Es esto, “Dios elige a María para que su hijo se haga hombre” o cualquier otro dogma similar, lo que las sociedades libres y democráticas pueden oponer a las fanatizadas por las religiones? ¿No será mejor confrontar valores democráticos, de convivencia, de libertad?

Volvemos de cabeza al siglo XV. ¡Y el ministro Wert, con desparpajo y desahogo, presume de liberal!