La herida de la irresponsabilidad política

Madrid

Según pasan las semanas y los meses, algunos dirigentes del Partido Popular parecen confiar en que los ciudadanos olviden, o al menos resten importancia, a las graves acusaciones sobre la financiación ilegal de ese partido, a lo largo de mucho tiempo. Confían en que la táctica de la negación permanente, la insistencia machacona en cuatro frases repetidas en todos los órganos de dirección del partido bastará para aburrir a los ciudadanos, para hacer que se atenúe su irritación y que terminen por pensar que da lo mismo, que siempre será así y que no hay nada que hacer frente a organizaciones tan poderosas.

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Pero otros dirigentes populares dudan y temen que una actitud semejante termine por causar daños duraderos en la sociedad española. Muchos políticos saben lo que pasa cuando se adoptan actitudes políticas irresponsables, algunos son conscientes de que nada, ni tan siquiera una mejoría en su propia posición electoral, podrá compensar nunca ese daño, la herida profunda que se abre en una sociedad cuando una parte importante de sus dirigentes niega la evidencia y cree que no deben rendir cuentas. Cuando permiten que se extienda la ominosa sombra de la impunidad. Es muy triste que nadie en el PP, un partido tan importante en España, sea capaz de dar un paso al frente y asumir la verdad. Y es injusto, porque todos sufriremos las consecuencias de semejante perversidad.