La firma de Angels Barceló del miércoles 7 de enero

Madrid

El ataque de esta mañana contra el semanario satírico Charlie Hebdó ha conmocionado no solo Francia, ha conmocionado al mundo entero. La publicación de una viñetas satíricas sobre Mahoma son la excusa para que unos asesinos, en nombre de los que ellos llaman su religión, hayan matado a tiros a doce personas, entre ellas algunos de los viñetistas, personal de la redacción y policías. La barbarie en el centro París, en el que ha sido el peor atentado en Francia en los últimos 50 años.

Asesinan a sangre fría en nombre del Islam. Pero únicamente son un grupo de fanáticos que se escudan tras una religión, fanáticos y locos. El atentado de París no es el Islam, es el fanatismo. Esta vez, el fanatismo contra la sátira, contra el humor, contra el periodismo, contra la libertad de expresión. Pero la excusa para estos fanáticos puede ser otra en cualquier momento.

Es un acto terrorista contra la civilización, contra todos nosotros. El terrorismo es precisamente esto, conseguir que el terror atenace a la civilización. Hoy los ciudadanos han salido masivamente a la calle en Francia y en otras ciudades del mundo. Contra las armas, han esgrimido lápices.

Ahora toca reaccionar a los políticos, a los gobiernos de todos los países. Este terror es global, es todo el mundo el que está amenazado porque no hay ninguna razón para asesinar, todos podemos ser objetivos de esos seres despreciables. Es vital que la respuesta también sea global, es urgente diseñar otra política exterior ante amenazas tan reales como la barbarie de hoy en París. Y que nadie se confunda lo importante no es recortar libertades, como la de expresión por la amenaza terrorista, lo que hay que hacer es combatir frontalmente esta amenaza.