La infanta, el fiscal, Hacienda y las explicaciones pendientes

Madrid

La infanta Cristina será juzgada, finalmente, por delito fiscal. El auto de la Audiencia de Palma asegura que la infanta conocía que su marido, Iñaki Urdangarin, estaba actuando de modo irregular con el fisco y que ella contribuyó a defraudar al fisco. Una explicación clara y contundente aunque la audiencia la libra de su imputación por blanqueo de capitales.

Pase lo que pase al final, se acabe o no sentando la infanta en el banquillo, la decisión de la Audiencia pone el colofón a la instrucción de juez Castro, que ha sido escrutada hasta la saciedad. Las explicaciones judiciales a esta imputación la tendrán que dar los expertos, pero el auto de hoy deja un reguero de cuestiones que requerirían explicaciones urgentes.

La primera sobre el papel que ha jugado y que juega el fiscal Horrach. Hoy se le veía realmente afectado por la imputación de la infanta, el papel proactivo que este fiscal ha tenido durante todo el proceso, con escritos preventivos incluidos, es una de las cuestiones que merecen una explicación a la ciudadanía.

La segunda, la agencia tributaria que en distintos informes negaba la existencia de un delito fiscal por parte de la infanta. Ahora la Audiencia de Palma le quita la razón a Hacienda. Otra de las cuestiones que requiere una explicación.

La tercera, la famosa doctrina Botín por la que la infanta podría evitar sentarse en el banquillo. Una doctrina basada en que cuando una denuncia solo está apoyada por la acusación popular no se puede abrir juicio oral. A esta doctrina pretende agarrarse la defensa de la infanta.

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Y cuarta, los derechos dinásticos de la infanta. Puede mantenerlos una vez ya ha sido imputada formalmente. Un debate paralelo al que se produce en la política, sobre la imputación y el ejercicio de los cargos.

Preguntas para las que son importantes y necesarias las respuestas, una vez confirmada su imputación.