La mirada de Soledad: "Pagar impuestos es 'cool' y sexy"

Parece que los suecos vuelven a pensar que merece la pena pagar impuestos altos, a cambio de mantener la calidad en los servicios públicos, especialmente sanidad y educación. Ayer se celebraron elecciones generales y el centroizquierda, una coalición liderada por la socialdemocracia, consiguió volver al gobierno, de donde había sido expulsado hace ocho años.

"Pagar impuestos es cool y sexy", tituló hace pocos días un conocido comentarista sueco. Según los sondeos de opinión, la mayoría de los suecos han votado contra los conservadores, no porque quieran pagar más impuestos, desde luego, sino porque creen que durante el gobierno del centro derecha se ha producido un deterioro muy notable de los servicios públicos, parte de los cuales fueron privatizados sin suficiente control, de manera que ha disminuido el número de maestros y de personal sanitario. La pérdida de calidad en la educación y la sanidad ha sentado muy mal a los suecos, que han optado por sacar del gobierno a unos dirigentes conservadores que tenían, sin embargo, todo el apoyo del mundo financiero internacional.

El líder socialdemócrata, que se convertirá en nuevo primer ministro, procede del mundo sindical y durante la campaña ya anunció que su gobierno subirá los impuestos en los tramos más altos. Pero no es esa la única novedad en las elecciones suecas: también lo es la inquietante subida de la extrema derecha, que ha alcanzado un 10% del voto, y muy probable irrupción en el Parlamento del Partido Feminista, con un programa muy antidiscriminatorio.