¿Existe el polvo perfecto?
Nadie va a puntuarnos (o sí), pero puestos a sacar nota, mejor un sobresaliente
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Lo de que los preliminares son importantes no es una leyenda urbana
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Madrid
Pónganse las gafas de pasta, tomen nota y memoricen, si es necesario. Lo importante es que una vez que se cierra la puerta, tengamos claro qué funciona a la hora de dejar huella en nuestro compañer@, independientemente de si es nuestra pareja estable o un aquí te pillo aquí te mato de esos que te dejan unos días con la cabeza, y lo que no es la cabeza, en otra parte.
Ir directo al grano, en este caso, mejor no, gracias. Lo de que los preliminares son importantes no es una leyenda urbana, y si apostamos por el sexo oral, vamos bien. Entre los jóvenes es la práctica preferida, el 86% lo reconoce, y puestos a hacerlo, hagámoslo en condiciones.
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Dejémonos llevar y convirtámonos en los protagonistas de nuestra propia película. Podemos empezar por humedecernos los labios y dejar que todo nuestro cuerpo nos acompañe. Mirar a los ojos mientras la boca hace su trabajo es siempre un punto a favor, tanto para ellos como para ellas, y en ambos casos es importante encontrar una postura cómoda que nos permita hacerlo sin prisas y dejando que la creatividad nos siga.
En el caso de ellos no podemos olvidarnos de las manos, los movimientos envolventes arriba y abajo multiplican las sensaciones. Una de las quejas masculinas más habituales tiene que ver con los dientes, y a no ser que lo pidan, lo mejor es que los dejemos para otras cosas. La succión sube nota, y no podemos olvidarnos de los testículos y la zona perianal, acariciarla con presión hacia alante y atrás aumenta notablemente su placer.
Si es ella la que se dispone a disfrutar, mejor comenzar lentamente y recorrer la zona, los puntos más sensibles y tomárselo con calma: el abdomen, los glúteos y el pecho también forman parte de la ecuación. A la mayoría les gusta que sea suave al principio y vaya ganando en intensidad y, una vez que la atención se centra en el clítoris, prefieren movimientos repetitivos y una presión firme. ¿Ven? Tampoco era tan difícil.
Si el Kama sutra enumera hasta 67 artes o posturas diferentes y se calcula que se escribió entre el año 250 y el 550 d. C. podríamos pensar que ha habido tiempo suficiente para ir un poco más allá del misionero y el perrito, pero aunque parezca obvio, muchos no salen de ahí, y sinceramente, es una pena, ¿no?.
Para ellos la estimulación visual es fundamental, por eso disfrutarán mucho si pueden ver el cuerpo de su acompañante desde otros puntos de vista, un espejo puede multiplicar las perspectivas y hacer que ambos se sientan como el protagonista de una película porno. Aquí los complejos ya no tienen cabida, y es raro que en este punto haya alguien fijándose si ella tiene estrías o esos dos kilos que no consigue quitarse de encima. A él le encantará ver cómo ella se sienta encima dándole la espalda o que le dejen ser el que lleva el control haciéndolo contra una pared. Imaginen la mejor versión de si mismos y pónganla en práctica, seguro que se sorprenden.
Para ellas es fundamental que él no se olvide del resto de su cuerpo durante la penetración, así que mientras se practica no hay de olvidarse del clítoris, el pecho y cualquier zona sensible que se nos ocurra. Si se convierte en un movimiento mecánico corremos el riesgo de que se abstraiga y se ponga a pensar en esa reunión de trabajo que tanto le agobia y si llegamos a ese punto, es posible que no hayamos cumplido con las expectativas.
En 'Contigo dentro' hemos visto que da igual si te gustan las fustas, los disfraces de gata, las máscaras anti incendios o las medias de látex, lo importante es saber qué quiere tu acompañante: hablar, pedir, exigir si es necesario, hará que estemos mucho más cerca de ese polvo perfecto, que puede que no exista, pero, desde luego, que no sea porque no lo hemos intentado.