La peligrosidad estética de las vacaciones de los políticos

Las vacaciones de los políticos no son ni demasiado aireadas ni demasiado concretas, pero siempre nos regalan un par de fotografías estivales que nos permiten componer, por ejemplo, una buena familia de palabras: Fraga- Palomares Merkel- Spa Rajoy- Calcetines Putin-caballo Aznar-abdominales Sarkozy-barco

Al presidente del Gobierno no lo hemos visto en bañador, ni este año ni el anterior. Él se decanta por mostrar su personalidad más deportista. Recuérdenlo el año pasado caminando cual explorador con el marido de Ana Pastor, calcetines blancos bien altos. El look de este año tiene todavía más comentario posible...

Porque que en Galicia llueve lo sabemos todos. Que en ocasiones llueve incluso en verano, también. Pero de ahí a que para dar un paseo por el Salnés en agosto hagan faltan todas estas prendas, es mucho a la vez...a saber...Rajoy haciendo senderismo y desafiando a la lluvia llevaba: chubasquero sobre gorra, pantalones vaqueros amplios, deportivas negras...

Habiendo leído que Mariano Rajoy se asemeja a un hipster por su normalidad en el vestir, casi me detengo en mis comentarios, pero una vuelta a la fotografía que muestra a Rajoy caminando bajo la lluvia ha acabado por plantear en mi cabeza varias metáforas.

La primera, que sus vacaciones comenzaron pasadas por agua: nada de sol a la vista, nada de luminosidad. La segunda, tan tapado va el presidente que parece escondido. Y sabemos que no lo está porque estas fotografías de días vacacionales son bien pactadas. La tercera, esas zapatillas para pasear con ese pantalón de padre, daddy jeans les llaman en el mundo de la moda...todo al más puro estilo "bajo a comprar el pan".

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Estando la palabra vacaciones relacionada con el hecho de estar vacío, no parece que Rajoy esté pasando unos días de asueto porque va cargado de cosas y eso que en 2010 lo habíamos visto bañándose en la playa...

Patricia Centeno en su libro Política y moda afirma que hay presidentes que siguen pareciendo presidentes vayan en traje o en bañador y que ocurre justamente lo contrario por estos lares, afirma Centeno: "Rajoy como máximo representante del país debería mejorar mucho su imagen. Mientras Obama siempre proyecta una imagen de presidente, Rajoy claramente, no".

El atuendo de Rajoy en este verano de 2014, bajo el fresco clima gallego, tiene una salvaguardia: la comodidad. Si exigimos a nuestros políticos que se vistan de sí mismos, que muestren lo que son...lo está haciendo. Se siente cómodo con sus prendas sencillas, de domingo por la mañana, y las luce en sus días más suyos: las vacaciones.

Simmel, filósofo y sociólogo lo explicó así de bien...

"El hecho de que en un traje viejo nos sintamos más a gusto que en uno nuevo significa simplemente que éste nos impone la ley de su propia forma. Después de llevarlo un tiempo, la relación se invierte, y somos nosotros quienes le imponemos la ley formal de nuestros movimientos"

Así que Rajoy está mostrando sus movimientos, su mundo familiar, al que nos deja acceder por una mirilla que enseguida se cierra. Pero en ese instante, al menos, vemos lo que es.