El estilo clásico de Sáenz de Santamaría

Seamos elegantes y sinceros. Si tuviésemos que hablar de iconos de estilo entre políticos, seguramente Sáenz de Santamaría no fuese uno de los nombres de la lista. Escucha el reportaje completo sobre el estilo de Soraya Sáenz de Santamaría:

Si se la relaciona con la moda, recordamos la portada que protagonizó en blanco y negro y descalza. Y es que esta vallisoletana, vicepresidenta del Gobierno, cada cierto tiempo arriesga demasiado y acaba en las listas de las peor vestidas de distintos eventos.

En la última boda de la que tenemos fotografía, la de la hija de De Guindos, su vestido negro con plumas en el bajo no acabó de resultar: demasiado recto, demasiado negro, demasiado... Lo cierto es que la altura no acompaña a Sáenz de Santamaría, pero aun así, se trata más bien de una cuestión de elección.

Sin embargo, cuando se convirtió en una actriz de los años 20, guantes y estola de piel incluidos, en la boda de Jose Manuel Lara, arriesgó y acertó.

Uno de los problemas estilísticos de Soraya es la edad. Tiene 43 años, es lo suficientemente joven como para no caer en modelos de grandes almacenes que lo único que hacen es convertirla en una señora. Una señora que no es todavía, por edad.

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Eso sí, Sáenz de Santamaría es esa clase de políticas que fácilmente imaginamos haciendo la compra o tomando un café con una amiga. De hecho, las veces que la hemos visto paseando con su familia, su look no nos ha sorprendido. Ella siempre es ella y eso, nos guste o no su estilismo, es un punto a favor.

Para Soraya, se desdibuja la línea que separa el querer vestir de un modo clásico con los riesgos propios de las últimas tendencias en moda. La vemos a diario con americanas oscuras y blusones en colores otoñales, demasiado formal y demasiado clásica para su edad. Los vestidos siempre de corte recto. Los pantalones siempre rectos. Demasiada rectitud.

Quizá Soraya emule a los políticos del siglo XVI, quienes eligieron el color negro para transmitir austeridad, seriedad y rigor, como explica Francisco de Sousa en su libro Introducción a la historia de la indumentaria en España.

Y es que cuando quiere aportar una luz de modernidad arriesga demasiado. ¿Recuerdan una camiseta marinera con tirantes negros dibujados?

Pero lo que Soraya necesita es un cambio de pelo. Eso ayudaría a que sus blazer no pareciesen, aun siéndolo, tan oscuras. Las pocas veces que la hemos visto con la melena lisa, ha mejorado. Los bucles en las puntas de su media melena están algo desfasados. Una cola de caballo de vez en cuando siempre es un must.

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Quizás el nuevo curso en el Congreso de los Diputados nos sorprenda con estilismos renovados tras el verano.