El regreso de Terminator
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(CADENA SER)
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Será verdad lo que dijo don Hilarión, aquel personaje de 'La verbena de la paloma': "los tiempos adelantan que es una barbaridad". Lo que pasa es que la velocidad excesiva suele ser un peligro si no se controla y esta semana ya llevamos dos noticias que despiden los efluvios típicos del peligro.
Primero fue el anuncio de la agencia Associated Press de sustituir periodistas por robots para elaborar determinadas informaciones económicas; y ahora es una propuesta la que llega desde California, en este caso de un grupo de desarrolladores informáticos, para que sean robots los que ocupen el lugar de los políticos. En ambos casos todo está aderezado con el barniz de la modernidad, ya sea con alta tecnología o nuevos sistemas de participación ciudadana, que son dos reclamos de enorme atractivo entre el personal. Pero me van a permitir, y ya sé que es nadar contracorriente, que aproveche la oportunidad para reivindicar las dos cosas: el periodismo y la política.
El periodismo es un oficio, la política sería más una función o una actividad, pero uno y otro resultan imprescindibles en una sociedad civilizada. Los periodistas cuentan a la gente cosas que le suceden a la gente; o eso deberíamos hacer. Y los políticos están para solucionar los problemas de la gente, para mejorar sus vidas. O al menos a eso deberían dedicarse siempre.
Dicho esto, les confieso que ya estoy un poco harto del ninguneo, el menosprecio e incluso ese aire de superioridad con la que algunos hablan últimamente de periodismo y de política. O sea que si la cosa va de robots, yo me pido a Terminator; y ya veremos al final quién ríe el último.
El regreso de Terminator
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