¿Puede haber paz sin verdad?

La detención de Gerry Adams, líder del Sinn Féin y uno de los símbolos del proceso de paz en Irlanda del Norte, prueba la dificultad de cerrar definitivamente una historia marcada por el terror. Él lo niega, pero testimonios de antiguos miembros del IRA y la familia de la mujer secuestrada, asesinada y enterrada clandestinamente hace 42 años lo señalan como responsable y la policía ahora lo investiga.

Conviene esperar la evolución de los acontecimientos pero también recordar que ningún proceso de paz se puede cimentar en la ocultación de la verdad ni en la impunidad de los verdugos. Jean McConville permaneció enterrada 31 años en una playa porque el IRA calló sobre su paradero. Ahora, quien ordenase este crimen y otra veintena semejante aún sin esclarecer, si alguna vez se descubre y no han prescrito, deberán responder por ello. Se llamen como se llamen. Mientras llega ese punto final todo serán puntos suspensivos.