Condenadas a abandonar su hogar

"El momento de la salida de sus viviendas es el más delicado. No todas encuentran a una persona que les ayuda contar lo sucedido"

Marian Aranda

En estos centros de mujeres maltratadas, ellas pueden empezar a andar, a recuperar su independencia, a recuperar su libertad, a volver a ser mujeres con mayúsculas dignas y luchadoras. El estudio de 'Hora25' está instalado en la biblioteca de este centro para mujeres maltratadas, hay estanterías con unos cuantos libros y en la pared, frases, muchas frases que en sí mismas son un canto a esa libertad y a la superación. Nos paramos en una de Clara Campoamor, que dice: "El esclavo liberado no se le borra fácilmente el pliegue de la servidumbre", y se completa con "en sitios como esté se hace lo posible para que se pueda borrar".

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Son 17 las mujeres muertas en lo que llevamos de año, una cifra escandalosa. Tan escandalosa como la cifra de las que siguen soportando el maltratado en un país que todavía permite que el maltratador siga viviendo en su casa y la mujer tenga que huir en busca de refugio, un país que permite los recortes en esta cuestión, un país en el que parece que la igualdad y que la lucha contra la violencia machista ha dejado de ser una prioridad. Debemos tomar conciencia de lo que son tantas muertes, que acabáramos pensando que este es un problema de todos, dela sociedad que a veces cierra los hijos, de un gobierno que parece que los ha cerrado, de una justicia que no acaba de abrirlos del todo. Necesitamos tener el convencimiento de que de esto se sale, pero para salir cada una de las mujeres maltratadas necesita de cada uno de nosotros.

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Olga y Ana, dos mujeres que dieron el paso

Olga es una víctima de violencia de género que entró "ciega". Después de 17 años sufriendo maltrato físico y, especialmente psicológico, llegó al centro a través de su hermana y salió sintiéndose completamente nueva. "Para llegar aquí tienes que llegar a lo más bajo", confiesa. Entró en el centro como la persona 'a la que le pasan cosas', incapaz de pronunciar la palabra maltrato. "Nunca me consideré una mujer maltratada", recuerda Olga, mientras habla de sus primeros pasos recibiendo ayuda, con una mezcla de vergüenza y miedo que la hacía aislarse y no hablar con nadie, hasta que consiguió darse cuenta de que no estaba sola ni era rara.

Con un sentimiento similar acudió al centro Ana, "anulada, bloqueada". Después de 18 meses, se siente preparada para irse. "Este centro ayuda a borrar el pasado, aunque no se puede borrar del todo". Ana no quería denunciar y vivir después bajo el mismo techo que el hombre que la había amenazado de muerte. Un día se la paralizó la cara tras una agresión y acudió a una psiquiatra que, con cinco minutos de charla, entendió el calvario por el que estaba pasando y la aconsejó que ingresara en el centro.

Ayudando a Ana y una veintena más de mujeres para que consigan reencontrarse con su identidad, a que construyan de nuevo esa autoestima destruida, todo un grupo de profesionales está pendiente. Susana Enciso, psicóloga; Mariam Aranda, abogada; Juana Aguilar, trabajadora social; y Eneida Mercado, educadora social, relatan las claves de su trabajo:

"Una mujer, durante una terapia, se tiró al suelo y lanzó un chillido. Empezó a asumir sus recuerdos, tenía bloqueada su memoria por el dolor"

Susana Enciso

"No hay mejor víctima que la que está sola, las mujeres empiezan a perder su propia identidad. Es doloroso que se lo reconozcan a sí mismas"

Susana Enciso

"Son mujeres valientes, cuando llegan les intentamos trasladar que las creemos, las escuchamos y las apoyamos sin cuestionarlas"

Juana Aguilar

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"Los niños se recuperan antes que las mujeres. Es un proceso más bonito. Cuando se sienten seguros, se relajan y rompen la ley del silencio"

Eneida Mercado

"La violencia de género es una cuestión de Estado"

Blanca Hernández, Delegada del Gobierno contra la violencia de género, reconoce la ayuda que este tipo de centros dan a las víctimas, aunque considera que aún es mucho el trabajo de concienciación que hay que desarrollar entre los diferentes profesionales, en el ámbito sanitario, judicial, policial, fiscal... Pocas semanas después de comentar los alarmantes datos de la violencia de género en Europa, Blanca Hernández recuerda que "es imprescindible la unidad, remar en la misma dirección". Después de que el Gobierno renunciara a crear una mesa para tratar el tema, y alabando la idea de un pacto contra la violencia machista, recuerda que "la violencia de género es una cuestión de Estado" y espera que el Congreso siga trabajando para solucionarlo.

Ana María Pérez del Campo, la fundadora de este centro para mujeres maltratadas, lleva casi toda su vida dedicada a ayudar a estas mujeres y tiene claro el diagnóstico:

"Estas mujeres son dependientes de un agresor y de una sociedad que no las entiende. Entran aquí porque han dejado de ser personas"

El escritor Luis García Montero ha sido el encargado de poner su mirada para acabar el programa especial de 'Hora 25' desde un centro de mujeres maltratadas: