«Soy un pívot de la NBA de 34 años. Soy negro. Y soy gay». La frase fue titular de portada de Sports Illustrated y es parte de la historia del deporte en Estados Unidos. El autor de estas palabras es Jason Collins, primer deportista que se declaró gay en la NBA y que se convertirá en el primero en jugar en una de las grandes ligas americanas después de firmar un contrato con los Nets de Brooklyn La firma de Collins, que no jugaba desde la pasada temporada, cuando la concluyó con los Wizards de Washington, ha vuelto a tener una gran repercusión mediática y se espera que esta noche sea el centro de atención cuando se presente con los Nets en el partido que van a disputar contra los Lakers de Los Ángeles, en el Staples Center. Collins, que se ha entrenado por su cuenta en su residencia de Los Ángeles durante todo el tiempo que ha estado fuera de la competición, en las catorce temporadas que ha jugado en la NBA, incluidas siete con los Nets de Nueva Jersey, tiene unos promedios de 1,1 puntos y 1,6 rebotes en 713 partidos disputados. El gerente general de los Nets, Billy King, indicó en un comunicado que la decisión de firmar a Collins «es una medida de baloncesto». «El equipo necesita mejorar la profundidad en los ataques y con la experiencia y estatura de Collins, creemos que lo lograremos», añadió. Según la prensa, los Nets prepararon la decisión de firmar a Collins hace una semana, cuando ofrecieron al jugador una oportunidad de verle entrenar para valorar los resultados Antes de Collins, los Nets tenían pensado firmar a Glen Davis, quien decidió firmar con los Clippers de Los Ángeles después que los Magic de Orlando le dieron de baja. Collins no ha jugado en la NBA desde abril del 2013. ? Brooklyn Nets (@BrooklynNets) February 23, 2014