Clientes

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A David Cameron solo le queda que le multen por irse de putas. Agobiado por el ala derecha de los conservadores y presionado por el ultranacionalista UKIP para que Reino Unido abandone la Unión Europea, al premier británico le buscan las cosquillas, además, en su cuenta de Twitter. El 10 de Downing Street tuvo que aclarar esta semana que Cameron seguía una cuenta de una agencia de prostitutas de lujo de manera accidental. Convenía aclarar el error porque Cameron podría haber tenido dificultades en caso de cruzar el Canal de La Mancha. El debate sobre la iniciativa gubernamental de sancionar a los clientes como medio para acabar con la prostitución ha alcanzado niveles filosóficos en Francia.