¿Gitanos o delincuentes?

Las elecciones municipales se acercan en Francia y el ministro del Interior, Manuel Valls, ha prometido firmeza para desmantelar campamentos en los suburbios de las grandes ciudades y la expulsión del país de sus ocupantes, mayoritariamente gitanos.

Es ahí en donde Valls ha pisado arenas movedizas. Al relacionar a los gitanos, en general, con "mendicidad y delincuencia", al justificar la expulsión afirmando que "tienen modos de vida extremadamente diferentes de los nuestros" y al defender que son Bulgaria y Rumanía, no Francia, quienes tienen que integrar a sus gitanos nacionales.

Valls mata dos pájaros de un tiro. Entierra las políticas de integración que prometió Hollande y reniega de una tradición que le ha permitido a él mismo, nacido en Barcelona, o a su compañera Anne Hidalgo, gaditana, hacer carrera política en Francia a pesar de ser inmigrantes. En el colmo, Manuel Valls quiere que en 2014 Rumanía y Bulgaria entren en el espacio Schengen, pero solo un poquito, que la libre circulación sea plena en los aeropuertos pero no en las fronteras terrestres. Si los gitanos vienen en avión, pase...