"Los que corremos delante de un toro no somos unos descerebrados"

Un galés, un neoyorquino, un madrileño, un guipuzcuano y un navarro. Son los cinco hombres que cuentan sus inicios, sus miedos y su afición por la tradición que tiene lugar cada julio en la capital navarra. Sus historias se cuentan intercaladas con intensas secuencias de acción logradas con una cámara de Alta Velocidad 3D que introduce al espectador en cada curva, rozando las astas del toro.

El director holandés Olivier Van der Zee ha presentado esta mañana su documental que se estrena este viernes, rodeado de algunos de los corredores que participaron en el proyecto. El cineasta de Amsterdam defendió, en declaraciones a Efe, que "cada uno tiene sus motivaciones para correr, yo me di cuenta en seguida de que no trataba con locos; son gente que tiene sus reglas y saben lo que hacen, se preparan, conocen al animal y minimizan los riesgos. Quieren estar lo más cerca posible del toro pero sin jugarse la vida sin pensar".

Esté uno de acuerdo o no con la costumbre taurina de Sanfermines, 'Encierro' hay que verlo por lo que aspira a hacer: no justificar la tradición en sí, sino retratar las vivencias y emociones de aquellas personas que no corresponden a los estereotipos de corredores que muchos espectadores tendrán en mente antes de ver la película. "El público verá que somos gente normal. Mis compañeros son podólogos, comerciales, profesores de universidad" explica Paco, uno de los corredores. "Se consigue enseñar que no somos unos descerebrados que estamos de fiesta toda la noche y por la mañana nos ponemos delante de los toros. Nos lo tomamos muy en serio."

Según Van der Zee, "el reto era convertir un acontecimiento que dura no más de tres minutos en un largometraje, preservando la continuidad". Lo consiguió rodando los encierros de cuatro Sanfermines diferentes, de 2009 a 2010, utilizando una cámara suspendida de un cable por encima del centro del recorrido de 850 metros, desde que salen los seis toros del corral hasta la plaza de toros de Pamplona.

Quizás sea el logro más importante de 'Encierro': humanizar a los corredores no solo contando sus historias sino también metiendo al público en sus pieles. En este sentido, la espectacular cinematografía en 3D se emplea para captar las sensaciones y convertir a los espectadores en unos corredores más, haciéndoles entender de una forma visual y sonora esa acelerada mezcla de miedo y adrenalina que relatan los protagonistas.

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Tan acostumbrados a que últimamente el 3D no aporte todo lo que parecía prometer en películas de acción y de efectos visuales, la tridimensionalidad en este caso "transporta y da una profundidad. Hace sentir que estás dentro del encierro", defiende Paco. "Yo mismo, viendo la película, tengo la sensación durante algunos momentos de estar en mi sitio en la cuesta de Santo Domingo y querer mirar hacia arriba a los balcones para ver a mis amigos".