Lukas Rosol, el hombre que sólo había ganado a Nadal
Hasta este domingo, el mayor y único logro en la carrera del espigado Rosol residía en una épica victoria sobre Rafa Nadal en Wimbledon que derivaría en siete meses de lesión para el español. Un golpe tan duro, más por Nadal que por el propio Lukas, que elevó al jugador de Prerov a la altura casi de un mito, con su literatura y todo.
El pasado mes de noviembre, Lukas Rosol apareció como jugador número tres de la República Checa en la final de la Davis. Todos sabíamos o podíamos intuir que no iba a jugar, pero al sonar su nombre en el O2 Arena de Praga para presentar los equipos el pabellón retumbaba casi tanto como con Berdych o Stepanek. Su figura, pese a apenas ganar partidos y reposar sentado vestido con el chándal, se había convertido en un arma moral, en un ícono.
Hasta este domingo le ocurría un poco como a Jan Dite en ‘Yo serví al Rey de Inglaterra’, vivía de una única gesta real, comparando su victoria sobre Rafa con la banda honorífica que le entrega el Emperador de Etiopía al protagonista del libro. La carrera de Rosol está muy ligada al tenis español, tras su golpe a Nadal y aunque no se llegara a probar el pantalón corto, allí estuvo para privar al equipo de Corretja de la ensaladera.
Hasta este domingo, que su tenis se igualó justamente a su fama. En Bucarest Rosol consiguió su primer título ATP, venciendo a dos Top20 en el camino, entre ellos a Gilles Simon, campeón del torneo y rival que casi nadie quiere. En la final venció a Guillermo García-López, que con fiebre y algo enfermo, apenas pudo hacer frente al checo durante una hora de juego.
Hoy lunes Rosol se despierta siendo 35 del ranking, el mejor de su vida. Lukas ya puede decir que ganar a Nadal no fue lo mejor que hizo en su carrera.
