Bendita pista dura
Se acabó la primera gira de pista dura de este curso 2013 y es el momento de hacer balance. Los tenistas españoles, lejos de frenar su progresión, han firmado unos primeros meses posiblemente los mejores resultados de los últimos años. El título de Rafa Nadal en Indian Wells y la final de David Ferrer en Miami certifican la mejor puesta en escena en la historia de la Armada en el conjunto de estos dos torneos.
El primer tercio de la temporada suele ser mixto para la mayoría de jugadores –Pista dura, tierra batida y de nuevo pista dura- sólo algunos especialistas descartan la tierra batida, menos exigente para las rodillas y más agradecida en cuanto a clima, pues se juega en el hemisferio sur. Ferrer fue el primer español en brilla en pista dura este año, y lo hizo donde siempre, en Auckland, Nueva Zelanda, donde ganó su cuarto torneo.
La gran sorpresa de estos meses vino de la India, donde Roberto Bautista, un jugador que llevaba años en el circuito secundario frenado por las lesiones, ganó más partidos ATP en Chennai que en el resto de su carrera hasta ese momento. El castellonense superó a Berdych en un partido que recordará siempre y sólo Janko Tipsarevic le pudo echar freno en la final.
En plena vuelta de Nadal, con el foco centrado en Sudamérica, Feliciano López nos hizo mirar a todos a Memphis, donde tras realizar un gran torneo cayó en el último partido frente al dinámico Nishikori, cuyo ritmo de piernas fue inalcanzable para el toledano. Un rayo de luz de una serie de torneos (Montpellier, Zagreb, Rotterdam, San José, Memphis y Marsella) tradicionalmente bastante aciagos para los españoles.
El plato fuerte llegó en el desenlace, en el objetivo por el cual se juegan todos los anteriores torneos, para preparar los dos Masters de mayor prestigio: Indian Wells y Miami. En el desierto californiano Rafa Nadal logró una victoria histórica tras más de medio año sin jugar en esas pistas. Y en Miami… esto privó a David Ferrer de romper la maldición de Miami.
Un uña, una moneda de un céntimo, el tocino de una loncha de jamón, ese insignificante tamaño dejó a Ferrer sin título. Algo que sin embargo no empaña el fulgurante arranque de curso de los tenistas españoles. Ahora vuelve la tierra… lo mejor está por llegar.